Fue Steven C. McCraw, titular de Seguridad Pública de Texas, a quien Rodolfo López Negrete, director general adjunto del Consejo de Promoción Turística de México, visitó la semana pasada, quien avaló una advertencia de viajes, conminando a los estudiantes de su estado para que eviten venir a México.
Los términos de la alerta echan por tierra los esfuerzos tanto del CPTM como de la embajada de México en Estados Unidos, cuyo representante es Arturo Sarukhán, para alcanzar acuerdos por la vía del razonamiento y la buena voluntad.
Si se consideró un avance que la última alerta de viaje del gobierno federal de Estados Unidos respecto a México fuera puntual para señalar los destinos riesgosos para sus viajeros; la administración del gobernador texano Rick Perry actuó en sentido contrario e hizo un señalamiento general.
Una posición injusta cuando hace referencia a un país de dos millones de kilómetros cuadrados, en donde conviven muchas realidades y en donde la mayoría de los principales destinos turísticos de playa han probado ser seguros para los viajeros.
En medio de las campañas partidistas preelectorales en Estados Unidos, Perry y su equipo privilegiaron una posición dura que les ganará votos, en lugar de tratar con justicia a México, su principal socio comercial en el extranjero.
Como si se tratara de una broma de mal gusto, la alerta de viajes reconoce que el gobierno de México ha hecho grandes esfuerzos en la lucha contra los cárteles y lo anima a que continúe con su esfuerzo para convertir al país en un lugar más seguro para vivir y visitar.
López Negrete le había pedido a McCraw hace unos días, en Austin, que la advertencia fuera puntual, como de hecho ocurrió con la anterior, en la que se mencionaron localidades específicas de Tamaulipas.
En cambio, Perry decidió quedar bien con los empresarios turísticos de Galveston, Louisiana y Florida, interesados en atraer a los spring breakers a través de prácticas proteccionistas y con quienes menosprecian a los mexicanos.
A través de un comunicado, Sarukhán dijo que México discrepa fuertemente de la advertencia de las autoridades texanas respecto a viajar al país en general.
También conminó a ser más objetivos y a ofrecer matices y contexto al ofrecer este tipo de información; mientras que la Secretaría de Gobernación consideró que la alerta no tiene sustento en hechos reales, por lo que distorsiona la realidad.
Más allá de las palabras y los juicios, las autoridades mexicanas parecen no tener otros recursos, por lo que la única opción parecería ser acercarle a los viajeros texanos información objetiva y de calidad.
Mientras tanto, Perry está más firme que nunca en su decisión de actuar con prepotencia en la relación de Texas con México
