Quirino Ordaz sigue “deshojando la margarita”

 
Carlos Velázquez
hrs.

Desde que el presidente López Obrador invitó a Quirino Ordaz, gobernador saliente de Sinaloa, a ocupar la titularidad de la embajada de México en España; han aparecido varios “investigadores forenses” empeñados en encontrar, de manera anónima, los cadáveres que supuestamente ocultó en su armario.



En Mazatlán, de donde es oriundo, hay algunos panistas y priístas ven una telenovela que podría llamarse “El desprecio a Quirino”, que inevitablemente encontrará su clímax cuando el Rey de España le niegue el beneplácito como embajador.

Según esta versión, los encargados de escribir los capítulos sangrientos de la trama son los principales empresarios de Sinaloa, quienes están muy molestos porque Quirino entregó el estado a Morena.

La realidad es que ellos siguen teniendo una buena relación con Ordaz y saben que en las elecciones la presencia del narco fue determinante en la jornada electoral.

El mandatario de extracción priísta cultivó una buena relación con López Obrador, lo que se tradujo en que Sinaloa haya sido uno de los estados más beneficiados con inversiones federales este sexenio; lo que no es poca cosa dada la tendencia del presidente a rechazar todas las obras que no sean el tren, el aeropuerto y la refinería.

Lo que sí ha pasado es que las relaciones entre España y México están en uno de sus peores momentos, luego de que López Obrador le exigiera una disculpa pública al rey español por la conquista, haya calificado a los empresarios de ese país como abusivos y a unos de sus inversionistas en el sector energético como ladrones.

En ese ambiente, el gobierno español ha dilatado otorgar el beneplácito al embajador; dato que ya registró el presidente mexicano y que hasta ahora es una forma más o menos elegante de decir que México no es prioridad.

De allí a que niegue el beneplácito hay una gran distancia, pues entonces México podría terminar el sexenio sin embajador y en el corto plazo los empresarios españoles con inversiones en México son los que pueden sufrir más.

Por ejemplo de los 120 mil cuartos de hotel que hay en Cancún-Riviera Maya, al menos la tercera parte se han construido con inversiones de ese país y siempre hay temas fiscales, medioambientales y permisos pendientes; más ahora que el Tren Maya necesita moverse a velocidad de tren bala para estar a tiempo.

Claro que en el mediano plazo, México padecería por la falta de uno de sus aliados naturales; pues la jugada de López Obrador fue como si Estados Unidos se distanciara de Gran Bretaña o como si Batman se peleara con Robin.

Pero hete aquí que hay un grupo de embajadores de cepa, que realmente está operando en lo “obscurito” para filtrar información en contra de Ordaz porque no conciben perder una de sus pocas posiciones importantes.

La embajada de México en Madrid es una de las más codiciadas y han visto en esta coyuntura una buena oportunidad para que el político y empresario sinaloense se quede con las ganas de irse a vivir unos años a España.

Probablemente entre esta semana y la primera quincena de febrero llegue el beneplácito y Quirino Ordaz se vaya a España, entre mentadas de diplomáticos resentidos y de priístas poco educados como el campechano Alito. De lo contrario sólo crecerá una animadversión entre dos países hermanos, que hoy supuestamente quieren tener su propia versión de la historia de Caín y Abel.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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