Ya son las últimas semanas de la temporada de verano y los resultados en el Caribe mexicano estuvieron en línea con los pronósticos que había al inicio de este periodo, es decir, más de 1.8 millones de turistas y una derrama superior a los mil 700 millones de dólares.
En la parte norte, las ocupaciones han superado el 80%, pero se ha observado una ocupación de 75% en Tulum, pues los precios elevados de las dos temporadas anteriores ya no tuvieron la misma demanda.
La ocupación promedio en julio fue de 74.3% en el estado, mientras que el año pasado fue de 73.9%, así es que, incluso con la reducción en el ritmo de la llegada de turistas estadunidenses, la entidad estuvo cuatro décimas arriba.
Hasta donde va agosto, la ocupación promedio ha sido de 72.9%, mientras que el año pasado había sido de 70.8%, es decir, 2.1 puntos arriba.
Además, hay más de cinco mil nuevos cuartos de hotel en la entidad; según el reporte a junio, en el estado operaron mil 337 hoteles que suman 128 mil 166 cuartos, lo que describe perfectamente el tamaño del multidestino de sol, playa, cultura y naturaleza más importante del país.
Además, hay 42 mil 835 cuartos de rentas vacacionales, con un promedio de ocupación del 54 por ciento.
Otro dato interesante, la fuente es el intercambio de información de las asociaciones de hoteles del estado, la tarifa promedio en establecimientos de tres estrellas fue de 129 dólares por noche, 5.7% arriba que en el periodo anterior; 311 en los de cuatro estrellas y más 4.4%, y en los de cinco, 551 dólares por noche, con 9.1% arriba.
En el primer semestre de 2023 el número de pasajeros va en siete millones 588 mil, esto es 3.13% más que en 2022 y 8.64% respecto a 2019.
Si la fortaleza del destino es sorprendente, esta semana los hoteleros y el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo están preparando un reporte que, en resumen, dirá que hay más pasajeros, mejores niveles de ocupación y mejor tarifa hotelera.
En todo esto, nuevamente los diferenciadores son el trabajo de promoción y la fuerza del mercado nacional, pues los arribos de mexicanos no sólo alcanzaron para compensar la ralentización de los viajeros estadunidenses y brasileños, estos últimos por el tema de la visa, sino que, incluso, mantuvieron las cifras arriba.
El aeropuerto de Cancún no sólo sorprende porque cualquier día, por ejemplo, el 12 de agosto, registra 630 operaciones, sino porque, además, hubo 210 salidas internacionales y 208 llegadas del exterior.
Así es que la maquinaria del turismo en Quintana Roo nuevamente ratificará su liderazgo en América Latina.
DIVISADERO
CAMBIO. Aeroméxico no ha perdido el sueño con aquello de que todos los aviones tendrán que regresar a la terminal dos de la CDMX, lo que sucederá a partir del primero de septiembre.
Cualquiera supondría que esta alteración en la logística podría ser cara y engorrosa, pero un funcionario de la aerolínea dijo a este espacio: “El problema será tan complicado como estacionarse del otro lado… Tan tan”.
Por cierto, Aeroméxico presume que en Clase Premier ya distribuye por las mañanas pan de Rosetta, de la chef Elena Reygadas, lo que, sin duda, es un upgrade con respecto a El Globo.
Para completar la faena, sólo le faltaría subir unas porciones de nata…