Vaya jugada que armó Akbar Al Baker, el CEO de Qatar Airways, cuando declaró que Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, está bloqueando con sus cabilderos el vuelo Qatar-Barcelona-Ciudad de México.
La historia es muy diferente, pero astutamente Al Baker decidió emular a Scherezada y contar un cuento propio de las “Mil y una noches de la aviación”.
Lo que sucedió fue que los funcionarios de Qatar se reunieron con las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, para pedirles el permiso de la Quinta Libertad que se necesita para volar a CDMX desde su país, pero vía Barcelona.
La primera pregunta es ¿por qué Barcelona?, si esa misma ruta ya la está operando Emirates; un vuelo que Aeroméxico sí trato de bloquear en su momento, para lo cual incluso interpuso un amparo que sigue sin resolverse.
Como comentó un alto funcionario de la dependencia: “Si Qatar quiere hacerse trizas con Emirates, nosotros incluso les prestamos los cuchillos porque el principal beneficiario sería el consumidor”.
El problema fue que Qatar no tiene acceso a los slots, los permisos de despegue y aterrizaje dentro del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), por la conocida razón de que sus dos terminales están saturadas.
Antes de la pandemia, cuando entró Emirates, no estaba operando el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que hoy se ha vuelto una prioridad para la Subsecretaría de Comunicaciones y Transportes cuyo titular es Rogelio Jiménez Pons.
Las quintas libertades no les gustan en general a las aerolíneas mexicanas, pues significan mayor competencia.
Antes de la llegada de la 4T, el gobierno federal había sido mucho más restrictivo con ellas; ahora las están usando para apoyar fines específicos.
En el caso de Emirates, se buscaba un primer vuelo desde Medio Oriente que además tiene conectividad con la India.
Ahora el interés de la SCT es darle más vuelos al AIFA y por ello aceptarían con Qatar un vuelo más que involucra una quinta libertad, pero siempre y cuando llegue al nuevo aeropuerto.
Los ejecutivos de Qatar no estuvieron de acuerdo, pero como técnicamente no hay posibilidades de más slots en el AICM entonces dijeron que querían una quinta libertad pero a Cancún.
Ese permiso no se los dio la SCT, pues este último aeropuerto ya tiene una enorme conectividad y no hay razón para apoyar a nuevos jugadores en condiciones ventajosas.
Los ejecutivos de Qatar no están nada satisfechos y por lo pronto Al Baker echó a volar su imaginación para contar un cuento, responsabilizando a Aeroméxico.
Divisadero
CNET SA. En una de esas vuelta que da la vida, nos cuentan que Braulio Arzuaga, el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico está terminando de contratar al personal que trabajará en el organismo para cambiarle el perfil al mismo.
Si no hay sorpresas la directora será Carmen Julia, quien recientemente dejó las filas de Llorente y Cuenca.
Aunque el consejo aprobó incrementar las cuotas, la realidad es que no todos están pagando así es que el CNET no ha logrado tener la solvencia que desearía Arsuaga.
Entonces una de las tareas que tendrá Julia será impulsar proyectos que le generen ingresos al organismo, por lo que parece que Arsuaga ahora piensa conducir al CNET como si fuera un hijo del Shark Tank y no el organismo cúpula del turismo mexicano.
