El 13 de diciembre, según los cálculos no infalibles de la Organización Mundial del Turismo (OMT), cuyo secretario general es **Taleb Rifai**, por primera vez se habrán realizado mil millones de viajes internacionales en un año.
Una cifra que vale la pena analizar y poner en contexto, pues para comenzar no significa que cada una de las siete mil millones de personas que habitan el planeta haga un viaje extrafronterizo, pues hay quienes realizan decenas al año y otras, ninguno.
Lo que contabiliza la cifra de la OMT son las veces en que los seres humanos concretan travesías fuera de sus países y entonces sí vale la pena recordar que hace un cuarto de siglo se realizaban 350 millones de viajes internacionales, por lo que en este periodo dicho número ha crecido 285 por ciento.
Que una cifra sea casi tres veces más grande en 25 años no es poca cosa, pues en 1987, según la Organización de las Naciones Unidas, la población mundial era de seis mil millones de personas, así es que en dicho lapso aumentó 16.6 por ciento.
Una forma más de decir lo mismo es señalar que en dos décadas y media el número de viajes internacionales creció 21 veces más rápido que la población. Así es que no hay duda de que cuando los historiadores, dentro de algunos siglos, pretendan describir el inicio del siglo XXI deberán hablar de la revolución en el mundo del internet y las comunicaciones, pero también del siglo de los viajeros.
Marco Polo, por lo tanto, después de haber sido un ser extraordinario en el siglo XIV después de Cristo, en la actualidad podría ser descrito como otro individuo contemporáneo aficionado a visitar muchos países.
Aunque no se trata propiamente de una digresión, igual es interesante recordar que en ese mismo lapso el número de viajeros internacionales que llegaron a México pasó de 13.4 a 23.8 millones. El número aumentó 178%, esto es, menos de las dos terceras partes de los viajeros internacionales a escala mundial.
Que el pastel sea más grande, de ninguna manera significa menos competido o con mayores márgenes de utilidad; México tiene mucho que ofrecer a esos viajeros consuetudinarios en que se han convertido cientos de millones de personas, pero si se duerme en sus laureles otros competidores le pasarán encima como una aplanadora.
**Divisadero**
Baja sensible. Junto con el final del sexenio, **Manuel Díaz Cebrián** dejará de colaborar en el Consejo de Promoción Turística de México, en donde dirigía la oficina de México en Gran Bretaña.
El crecimiento de estos viajeros al país es superior a 6% este año, por el incremento en la conectividad aérea y el interés que les despiertan las playas de Quintana Roo.
