La clasificación hotelera es uno de esos asuntos espinosos que, además, en México ha abierto la puerta en el pasado a problemas de corrupción, por lo que siempre generó suspicacias el regreso de la misma, según lo establece la Ley General de Turismo.
El hecho se aceleró luego de que, finalmente, **Claudia Ruiz Massieu**, como titular de Turismo, contrató a la abogada **Rosario Graham** para que redactara el reglamento, así es que ya era inminente la puesta en operación del nuevo modelo.
Es verdad que tenía diversos candados, como por ejemplo el hecho de que se aplicaba a partir de 49 reactivos en donde los propios hoteleros se autoevaluaban.
Sin embargo, hubo una preocupación marcada de los miembros de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), cuyo presidente es **Rafael García**, y a partir de ello **Enrique de la Madrid**, titular de Turismo federal, decidió posponer su puesta en marcha para que haya consenso respecto de la manera que se debe orientar al consumidor sobre la calidad de los hoteles.
**De la Madrid** anunciará pronto un programa en coordinación con la banca comercial y de desarrollo para financiar a los hoteleros que quieran mejorar la infraestructura de sus establecimientos.
Un compromiso que muchos propietarios deberían de asumir, pues, ciertamente, han dejado caer la calidad de sus hoteles.
**Divisadero**
Rueda de la fortuna. La venta de Starwood, cadena que dirige **Thomas Mangas**, se ha convertido en una montaña rusa de la cual se escribió un nuevo capítulo a finales de la semana pasada.
Cuando los dueños y directivos de esta cadena celebran la segunda contraoferta de la aseguradora china Anbang para adquirir el control de esta empresa en 14 mil 100 millones de dólares, ocurrió algo imprevisto.
Así como de manera intempestiva esa empresa se metió en el proceso que ya estaba avanzado con Marriott, igualmente decidió retirarse aludiendo consideraciones de mercado.
Así es que ahora, aparentemente, permanece viva la segunda oferta de Marriott para pagar 13 mil 600 millones de dólares por Starwood.
En todo este proceso, el precio de las acciones de Starwood han aumentado alrededor de 15% y todavía no se sabe cuál será el “final final” de esta historia.
Aunque ya hay varios puntos a considerar:
1. La razón por la que se “metió” Anbang fue, estrictamente, financiera en un intento de cambiar sus posiciones en yuanes por activos que van desde inmuebles hasta algunas de las marcas más reconocidas en el turismo.
2. La coyuntura propició un juego de números, más propios del “monopolio” que de la vida real, cuando en el fondo están miles de personas y familias que laboran para estas compañías.
3. Seguramente, pronto se comenzará a hablar de procesos de eficiencia derivados de la fusión, en donde la plantilla neta de estas dos cadenas de hoteles tenderá a ser menor, sobre todo en los niveles ejecutivos.
Esto para no hablar sobre otros asuntos terrenales, como cambios en las comisiones que reciben las agencias de viajes.