Si Cancún se ha convertido en una máquina de hacer dinero gracias al turismo, es motivo de preocupación lo que sucederá a mediano plazo con este destino cuyos mantos freáticos se encuentran contaminados y que ha crecido de forma tan desordenada.
Una situación similar está ocurriendo en Cabo San Lucas, que hoy sufre la amenaza de convertirse en víctima de su éxito.
La semana pasada el consejo asesor de los principales empresarios de Los Cabos sesionó con el tema principal de incidir en el nuevo Plan de Desarrollo Municipal que está por lanzar Óscar Leggs, el presidente municipal.
En los últimos tres años, la pandemia catapultó a este destino como una opción atractiva para estadounidenses y mexicanos que han “calentado” el mercado inmobiliario a niveles que no se habían visto desde hace muchos años.
Además, el último dato de la tarifa hotelera promedio supera los 400 dólares y es por mucho la más alta de cualquier destino del país.
En las residencias del St.Regis, en el desarrollo de Quivira, hay una mansión de 15 millones de dólares, en donde el precio por metro cuadrado fue vendido a casi 30 mil dólares lo que no pasa en ningún otro lugar, incluyendo Santa Fe en la Ciudad de México o en San Pedro Garza García, en Nuevo León.
Mientras en el aeropuerto internacional de Los Cabos, las operaciones con aviones privados ya representan la mitad de las que se realizan con vuelo comerciales.
Obviamente los primeros transportan muchos menos pasajero, pero es inusitado que haya esa proporción respecto a los aparatos que usan los viajeros de más alto poder adquisitivo que son los que tienen o pueden rentar un avión.
La seguridad es el otro gran activo y según la última encuesta de percepción del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), de los destinos turísticos Los Cabos sólo está abajo de Mérida y Campeche.
Como contraparte, el agua puede convertirse en un problema; pues en la actualidad algunos desarrollos privados que tienen plantas de tratamiento o desalinizadoras, le están regalando decenas de miles de litros de agua diariamente al municipio para atender las necesidades de los habitantes.
Mientas en San José del Cabo el Fondo Nacional para el Fomento al Turismo (Fonatur) hizo un buen trabajo de planeación, San Lucas que concentra la actividad económica ya tiene problemas de tránsito en las horas pico.
Para no hablar de falta de espacios de estacionamiento y por lo menos la tercera parte de sus calles que no han sido pavimentadas, algo que no ven los turistas pero que forma parte de la vida diaria de los habitantes.
El consejo asesor de los empresarios, el mismo que apoyó en el diseño y la obtención de recursos para apoyar a la Secretaría de Marina para resolver el problema de seguridad, ahora tiene como prioridad la planeación urbana.
Hay conciencia de que no es sostenible que el crecimiento se siga dando de manera anárquica y contrastante.
Hasta ahora los empresarios se han encontrado tanto en el presidente municipal Óscar Leggs como en el gobernador Víctor Castro, ambos de Morena, a dos políticos de izquierda dispuestos a dialogar y a trabajar con los inversionistas.
Diseñar un plan urbano inclusivo y que funcione para todos, es indispensable para que Los Cabos se siga desarrollando mucho tiempo más.
