Pese al terrorismo, crecerá la demanda de espacios para seguir viajando

 
Redacción
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A pesar del regreso del terrorismo, que golpeó ayer a la ciudad francesa de Niza, y a las voces que claman por el regreso del proteccionismo, las grandes armadoras de aviones sostienen que la demanda de unidades nuevas seguirá al alza.



Esta misma semana, durante la inauguración del Salón Aeronáutico de Farnborough, Reino Unido, Boeing anticipó para las próximas dos décadas una demanda de 39 mil 620 aviones nuevos valorados en cinco mil 900 millones de dólares.

Mientras que Airbus anticipó 33 mil nuevos aviones, con un valor de cinco mil millones de dólares.

Una más optimista que la otra, las dos empresas líderes en el sector de la aeronáutica reconocen que la demanda de asientos de avión seguirá siendo una constante en los años venideros.

La estadunidense, Boeing, subió 4.1% sus estimaciones respecto a la demanda de aparatos prevista el año pasado; mientras que la europea, Airbus, sostiene que el tráfico de pasajeros crecerá en promedio 4.5% al año.

Cifras consistentes con los pronósticos de la Organización Mundial del Turismo, que anticipó en 2010 un aumento de 4.1% en los viajeros internacionales a 2020; después la bajó a 3.8% y a 3.9% para 2030, aunque el promedio de esta década ha sido de 4%.

La diferencia con las armadoras, que pronostican cifras todavía más altas, se explica por el peso que tendrán los vuelos internos en países como China e India, dos polos de la expansión mundial.

Voces autorizadas que ven un mundo donde los viajes ya forman parte de lo cotidiano, muy a pesar de aquellos que quisieran ver el regreso de las ciudades feudales.

**DIVISADERO**

Ataque a Niza. Es un lugar común afirmar que el terrorismo no podrá ser frenado, mientas haya fanáticos dispuestos a cambiar su vida por la de otras personas.

Lo inédito del ataque ocurrido ayer en Niza fue haber utilizado un objeto común, como un camión, para pasar encima y quitarle la vida a decenas de seres humanos en esa ciudad del sur de Francia.

Los ataques aéreos del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, cambiaron para siempre la forma de operar de las terminales aéreas y de los aviones comerciales, para que no ocurriera otro hecho igual.

Utilizar un camión, en cambio, es una señal de alerta que abre espacio a otros eventos futuros igualmente horribles e incontrolables como el que ocurrió ayer en Francia.

Los sistemas de inteligencia se vuelven entonces todavía más valiosos y necesarios; lo mismo que la solidaridad y el valor para no ceder ante quienes pretenden apoderarse del derecho de las personas a salir a la calle y a disfrutar en lugares concurridos.

Igual que en el reciente evento de la discoteca de Orlando, el de Niza no fue un acto en contra de los turistas aunque sí ocurrió en una ciudad muy visitada por los viajeros en verano.

Una tragedia que no deberá afectar los flujos de visitantes hacia Francia, pero que sí amplifica los riesgos que enfrenta el mundo.



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