Peña, Mancera y el turismo

 
Alonso Gordoa
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El triunfo de Enrique Peña Nieto como presidente de México tendrá repercusiones en algunos asuntos ligados al turismo que será necesario resolver incluso antes de que asuma el poder.



En su primer discurso tras conocer que había ganado, dijo que en su equipo de transición estarán personas capaces, honorables y conocedoras de los temas.

En el turismo habría que pensar en Javier Vega Camargo, el primer director general del Consejo de Promoción Turística de México, quien se formó políticamente en el Estado de México y apoyó a Peña en varios asuntos de la campaña.

Sin embargo, Vega valora su actual posición como empresario así es que hay otros personajes como Hildefonso Guajardo o Carlos Joaquín, a quienes se podría ver en esa tarea.

Lo que no significa que, necesariamente, vayan a ocupar la cartera de la Sectur.

También habrá que ver si prospera el esfuerzo de cabildeo que hizo Rodolfo López Negrete, el actual director general adjunto del Consejo de Promoción Turística (CPTM), para conservarse en esa posición.

Su argumento ha sido que de esta forma se evitaría pagar de nuevo la curva de aprendizaje, además de la relevancia de darle continuidad a los proyectos.

En realidad la autonomía conceptualmente debe ir más allá de los nombramientos, pues fue un retroceso que el titular de Turismo asumiera también la dirección general del CPTM, pues fue casi como devolverle la promoción a una Subsecretaría.

Fonatur, por su parte, tiene graves problemas presupuestales y el nuevo gobierno debe pensar en cómo devolverle sus atribuciones para impulsar los grandes proyectos turísticos.

Para el cargo hay varios interesados, como es el caso de Rafael Lang, quien ha sido un desarrollador inmobiliario exitoso en Cancún.

El apoyo que le brinde o no Peña a la Feria Internacional de Turismo de las Américas, será también un elemento clave para consolidarla con el otro gran evento de turismo en el país junto con el Tianguis, que dentro de tres años regresará a Acapulco.

Divisadero

DF. Por su parte Miguel Mancera, quien llegó con una holgada ventaja a la Jefatura de Gobierno del DF, podrá elegir con más libertad a su secretario de Turismo.

Ya hay desde ahora algunos apuntados, como Alejandro Rojas, quien dejó esa cartera hace algunos meses, y Graciela Báez, quien era hasta mayo la titular de Turismo de Guerrero.

El primero se ha encargado de autopromoverse, mientras que la segunda forma parte del equipo de Mario Delgado, quien ahora será senador por el PRD.

Mancera en realidad no tiene ningún compromiso preestablecido, por lo que podría poner en esa posición a alguien con una importante solvencia técnica.

Precisamente el argumento del conocimiento profundo del turismo, le podría ganar el respecto de este sector.



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