Hace dos semanas **Armando López Cárdenas** fue nombrado titular del Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México, una decisión que no tomó **Miguel Torruco**, secretario de Turismo, sino el jefe de Gobierno, **Miguel Ángel Mancera**.
**López Cárdenas** fue un colaborador cercano de **Mario Delgado** cuando ocupó la Secretaría de Finanzas capitalina, cargo en donde el ahora funcionario del turismo terminó la recta final del gobierno de **Marcelo Ebrard**.
Así es que después de haber administrado en 2012 un presupuesto superior a 138 mil millones de pesos, este año se encargará de un fondo, producto de la recaudación del impuesto al hospedaje, que no llega a los 300 millones de pesos.
La diferencia entre estas dos cifras es tan grande, que desde una perspectiva parecería que **López Cárdenas**, quien tiene un posgrado en la Universidad de Harvard, está muy sobrado para la tarea.
La otra manera de ver este asunto es que se abre una oportunidad importante para que la Ciudad de México tenga una mayor capacidad de gestión financiera y logre concretar proyectos de más envergadura.
Más allá del tema de la “transversalidad”, hoy en boga en la Secretaría de Turismo federal; la capital enfrenta una regulación excesivamente pesada en muchos temas, que de no existir le podrían dar un mayor impulso al turismo.
Un ejemplo es el de los esfuerzos que se han hecho para lograr una alianza entre New York City & Co. y la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México.
Ésta permitiría, por ejemplo, concretar el intercambio de promoción en espectaculares, a precios equivalentes, entre Nueva York y la capital mexicana.
El asunto no pudo fraguar durante el gobierno pasado, sencillamente porque hizo falta un experto que lograra una interpretación distinta de la normatividad existente y que concretara una negociación efectiva.
La propuesta es interesante, porque ambos destinos tienen el potencial de incrementar sus flujos de turistas en ambos sentidos.
El otro ángulo de la llegada de **López Cárdenas** es la relación que tendrá con **Torruco**, pues si bien este último es un político a quien le gusta construir acuerdos; en el pasado estos dos cargos han sido origen de diferencias y enfrentamientos.
Una relación que sacó chispas fue la que protagonizaron **Alejandro Rojas**, como titular de Turismo del DF, y **Graciela Báez** como directora del Fondo.
Las diferencias de criterio para invertir los recursos fueron irreconciliables y si bien el titular de la Sectur DF preside el Fondo, el titular de este último le reporta al jefe de Gobierno.
En cambio, si **Torruco** y **López Cárdenas** consiguen trabajar bien y ponerse de acuerdo el escnario será muy positivo para el turismo de la capital, pues podría elevarse el nivel de los proyectos turísticos de la ciudad más grande de América Latina.
