La semana pasada **Claudia Ruiz Massieu**, secretaria de Turismo, se reunió con los integrantes del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y uno de los temas principales fue el de la conectividad aérea.
Hay destinos que no tienen opción de crecer más como receptores de viajeros, debido a la falta de asientos de avión.
Los ejemplos proliferan, pero nada más por mencionar uno de los más importantes está Puerto Vallarta-Nuevo Vallarta, en el pasado prácticamente “casado” con la Compañía Mexicana de Aviación y que no se ha logrado reponer de su salida del mercado.
Para no hablar de casos dramáticos como Loreto, donde por cierto Ruiz Massieu negoció un vuelo con Aeroméxico desde la Ciudad de México, vía Hermosillo, con una frecuencia de tres veces a la semana.
Una ruta celebrada en ese destino, pues hasta hace poco Loreto sólo estaba conectado para el mercado mexicano por carretera desde La Paz o bien a través de aerolíneas regionales, como Aerocalafia.
Una situación increíble para un destino que lanzó el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) en la década de los ochenta como Centro Integralmente Planeado y en donde hay un aeropuerto internacional.
En medio del análisis de dicha problemática, y de regreso a la reunión con el CNET, fue **Guillermo Heredia**, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional del Aerotransportes (Canaero), quien pronunció una frase que a muchos les puso los pelos de punta.
“El estudio de conectividad aérea que mandó hacer **Gloria Guevara**, la anterior secretaria de Turismo, no sirve para nada”, aseguró mientras manoteaba sobre la mesa.
Hacia referencia a aquel trabajo contratado a una firma estadunidense, que buscaba identificar oportunidades para nuevas rutas aéreas en México.
En su momento **Enrique Beltranena**, director general de Volaris, había dicho que el gran defecto del mismo era que no consideraba la rentabilidad de los trayectos de ida y vuelta, lo que es crucial para una aerolínea.
Sin embargo, la expresión de Heredia fue lapidaria y sin miramientos. Así es que el problema de la falta de conectividad está lejos, incluso, de ser entendido correctamente.
**Divisadero**
Sabre. La globalizadora líder de México, esto es la empresa de tecnología sobre la cual corren las reservaciones de viajes, atraviesa por un momento complicado.
Primero Esteban Velázquez, quien era su director general, renunció para irse a Price Travel; en su lugar quedó Gary Stone, director de Soluciones Aéreas, pero ahora resulta que su paso será temporal, pues están buscando otro ejecutivo.
Además el viernes pasado renunció Gabriela Berlanga como directora de Travelocity, a menos de dos meses de que salió Rodrigo Cobo.
Todo esto se atribuye al carácter inflexible de Stuart Morris, vicepresidente de Sabre para América Latina, quien decididamente desconoce el mercado mexicano.