**Héctor Gómez Barraza** es el único “ex empleado de seguridad” que ha llegado a ocupar la dirección general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Hace unos días este funcionario se encontró su primera credencial de servidor público, cuando colaboró en la Oficina de la Presidencia en tiempos de Miguel de la Madrid.
En aquel tiempo era estudiante de Derecho en la Universidad Iberoamericana y entró como ayudante al jurídico de la Presidencia, precisamente con una plaza de empleado de seguridad que era la única disponible.
El ahora colaborador del presidente Enrique Peña también había trabajado hace años en Fonatur, cuando el hoy senador Emilio Gamboa fue el titular y en donde ocupó la dirección de la extinta Baja Mantenimiento y Operación (BMO), para llegar luego a la Dirección General Adjunta de Desarrollo.
En aquel tiempo puso en números negros a BMO y ahora tiene un reto mucho mayor con Fonatur, que encontró con una deuda de cuatro mil 600 millones de pesos.
Sus principales acreedores son el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y Banobras, pero la deuda ya está reestructurada con el apoyo de los bancos de fomento.
Así es que tras un ajuste en la tasa de 3.30% al año más Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) a 2.30% al año más TIIE, el monto bajó a unos cuatro mil millones y hay compromisos que se terminarán de pagar de
aquí a 2020.
“No hay modo de que quebremos”, refiere, pues los activos del Fondo ascienden a más de 15 mil millones de pesos y 75% de la deuda la tienen instituciones del propio gobierno federal.
Sin embargo, asume que el siguiente reto será obtener fuentes de recursos que le permitan a la institución invertir más en el desarrollo turístico.
Después de los pleitos que protagonizaron en los gobiernos panistas algunos titulares de Turismo y de Fonatur, para Gómez Barraza no hay duda de que la cabeza de su sector es Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo.
Tampoco duda que este mismo año concretará las primeras inversiones para abrir nuevos hoteles en Loreto y Huatulco, asuntos sobre los que ya hay negociaciones con grupos mexicanos y extranjeros.
El presidente Peña le dio la encomienda de consolidar los destinos existentes y la fórmula para hacerlo será asumir riesgos, dentro de la normatividad, y además de facilitar cualquier proyecto de inversión, impulsar incluso Asociaciones Público-Privadas.
Un ejemplo fue la fórmula que utilizó para que Bancomext le liberara un crédito por 53 millones de dólares a Miguel Fluxart, presidente de Iberostar, para que culminara su hotel en Litibú, en un tiempo récord de cuatro días cuando le liberó unas garantías. Un asunto que el gobierno pasado no logró desatorar.