Fue en 2009 en Acapulco, en plena crisis de la nueva influenza, cuando **Taleb Riffai**, el secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT) comenzó a impulsar los cambios en los sistemas de visado y de simplificación de las reglas de entradaa los países para impulsar el tursimo internacional.
De entonces a la fecha ha habido cambios relevantes en ese sentido y México ha tenido un papel destacado, lo que ha redundado en la llegada de más viajeros de países como Brasil, Colombia y Rusia, por mencionar algunos de los más destacados.
El nuevo reto que el propio Riffai ha trazado, como dejó evidencia en su participación en la reunión de ministros y líderes del sector privado del 5 de noviembre, en el contexto del World Travel Market de Londres, implica cambios retadores para México.
Primero está la aviación, pues mientras no se modifique la negociación por pares de aerolíneas entre los destinos mexicanos e internacionales y no se planteen medidas agresivas de apertura de cielos, sencillamente México no tendrá los asientos de aviones que requiere para llenar sus cuartos de hotel e impulsar más inversiones.
Allí la presión de compañías como Aeroméxico, que dirige **Andrés Conesa**, es clave, pues, ciertamente, si no se hace bien, implicaría el debilitamiento de las finanzas de las firmas mexicanas y la potencial pérdida de empleos.
Pero donde se han abierto nuevas rutas y frecuencias, como ha sucedido entre Inglaterra y México, los resultados son espectaculares y el país anglosajón ya es el primer emisor de turistas de Europa a territorio nacional, incluso encima de España.
Otro caso extraordinario es Canadá, donde reglas más abiertas con ciudades intermedias del mismo lo consolidaron como el segundo en importancia para el turismo mexicano, después de Estados Unidos.
Precisamente con éste hace falta una reflexión seria, de expertos, para lograr una mayor conectividad aérea, abriendo los cielos al menos con ciudades específicas.
El segundo tema de Riffai fue el de los impuestos, y allí México no sólo está haciendo cambios para abaratar las operaciones, sino que se está encareciendo.
Las autoridades mexicanas, por ejemplo, recibieron hace días una carta de Sunwing, aerolínea y operadora canadiense en la que asegura que la homologación del IVA a 16% en todo el país, que se aprobó en la reforma fiscal, encarecerá en 200 dólares por pareja sus paquetes para la temporada de invierno.
Sin hablar del impuesto verde a la turbosina, que encarecerá el precio del combustible.
Así es que si México ha hecho un buen trabajo con el tema de las visas para fomentar al turismo, será mucho más difícil remontar las barreras que ahora está viendo Riffai.