México, un país sin productos turísticos nuevos

 
Alonso Gordoa
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Aunque Miguel Quintana Pali, presidente y fundador de Xcaret, no es un empresario aficionado a los reflectores; desde el año pasado busca generar conciencia sobre la importancia de los nuevos productos turísticos, sin los cuales no aumentará el flujo de viajeros a México.



En el XII Foro Nacional de Turismo, que culminó ayer en Mérida, hubo una mesa sobre el tema, donde también participaron Silvia Hernández, exsecretaria de Turismo, y Eduardo Barroso, exsubsecretario de Turismo y creador del programa de los Pueblos Mágicos, entre otros especialistas.

La visión de los asistentes fue que, desde que el Banco de México (Banxico) impulsó el producto de “sol y playa”, no ha habido otra apuesta tan relevante y ambiciosa; lo que ha impedido actualizar la oferta turística del país.

Allí Quintana lanzó una definición de producto turístico, que explica con claridad el concepto:

“Un atractivo turístico puede ser todo lo que existe en estado natural creado por diosito: las montañas, playas y cenotes (…)

“Un producto turístico es un atractivo desarrollado por la mano del hombre, con infraestructura, servicios, conectividad y promoción (…) con capacidad de generar flujo turístico y de persuadir a muchos turistas a que acudan a tener una experiencia.”

Sobre este tema, en México se presenta nuevamente la paradoja de que se hacen las cosas al revés.

Como ejemplo está la historia, el sexenio pasado, de las Rutas de México, que recibieron una fuerte promoción, aunque varias eran irrealizables.

O el de los propios Pueblos Mágicos, referido por Barroso, que sirvió para poner en el mapa turístico a varios destinos, hasta que por una decisión política recibieron la marca muchos que no tenían los méritos necesarios, lo que le hizo perder relevancia.

Hernández asegura que la mejor forma de crear otro gran producto turístico en México, es establecer una prioridad y que el gobierno federal le apueste todo lo que sea necesario.

Para Quintana la opción es el Mundo Maya y también ha trabajado en un proyecto para conceptualizar el gran producto turístico de la Península de Yucatán.

A partir de su experiencia, sostiene, un producto exitoso tiene que ser novedoso, con elementos complementarios, sustentable, que genere masa crítica, que busque a las mayorías y que apueste por la calidad.

Divisadero

Mala pata. Óscar Espinosa, el también exsecretario de Turismo, ya está padeciendo los sinsabores del quehacer periodístico.

Y es que el domingo pasado, mientras preparaba su columna de esta semana, oficio que estrenó hace poco; se levantó intempestivamente y se golpeó un pie con la pata de su cama.

El impacto fue tan rotundo que sufrió la fractura de un dedo, así es que en el Foro de Turismo apareció dictando moda, con unos anchos tenis y un traje obscuro.



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