En lo que podría considerarse como una sorpresiva permanencia en la lista de los diez destinos más visitados del mundo, resulta que a México no llegaron 22 millones 677 mil 386 turistas internacionales en 2011, sino que fueron 23 millones 403 mil 236.
Esto no pasó por una promoción de última hora, sino por un inusitado cambio en la metodología que utiliza Banco de México, cuyo gobernador es Agustín Carstens, y que se comenzó a cocinar en agosto de 2010.
Fue entonces cuando ocurrió en Tamaulipas aquella trágica matanza de inmigrantes indocumentados provenientes de Centroamérica, que hizo evidente la poca información de México sobre el tránsito en su frontera sur.
El presidente Felipe Calderón ordenó mejorar la información, que derivó en que el Instituto Nacional de Migración revisara su registro tanto de turistas de internación, como de excursionistas que visitaron México desde 2007.
Ello permitió, además, incluir algunos puntos de tránsito en la Frontera Norte que antes no eran tomados en cuenta.
Como segundo elemento, Banxico obtuvo información del INM relativa a los viajeros fronterizos de la frontera sur que ingresaron al país desde 2007.
El Instituto Central no trabaja en función de las necesidades de la Secretaría de Turismo, sino que este conteo lo hace para integrar la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos.
Hacer este cambio no es algo así como pedir “enchílame esta gorda”, pues los datos se entregan al Fondo Monetario Internacional (FMI), que además tiene reglas para hacerlo e incluso sanciones para los gobiernos que falseen la información.
Carstens, como alto ex funcionario del FMI, realizó la actualización de las cifras con el reconocimiento del organismo internacional y ahora, casi como un mago que saca un conejo de su chistera, aparecieron 725 mil 850 turistas internacionales más en el registro.
Es un hecho que la actualización de la metodología, y las cifras, constituyen un avance estadístico; pero también es verdad que a la Secretaría de Turismo el asunto le queda como anillo al dedo, para que México se mantenga dentro del top ten de los países más visitados del planeta.
Divisadero
Reconocimiento. Debido a sus méritos Interjet, que preside Miguel Alemán, obtuvo el premio Gala por la Innovación en el Transporte Aéreo Latinoamericano, que le otorgó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), a través de Patricio Sepúlveda, su vicepresidente en la región.
No deja de ser curioso que Interjet no forma parte de la IATA, así es que algunos mal pensados sostienen que si bien los usuarios votaron a favor de esta compañía aérea, a Sepúlveda el asunto le facilitará convencer a Miguel Alemán de que sume su aerolínea a dicha asociación.