Desde hace varias semanas era público que la Organización Mundial del Turismo (OMT), de manera oficial, pero con cifras preliminares, anticipaba la salida de México del top ten de los países más visitados del mundo.
En este espacio incluso se planteó entonces la importancia relativa que tiene dicho registro, cuando son los ingresos turísticos, y su impacto en el crecimiento económico, el empleo y el desarrollo social, lo que realmente explica la relevancia de esta actividad.
Aunque el presidente Felipe Calderón fue quien planteó la meta de llegar al quinto sitio como receptor de turistas y, en el mismo sentido, con un horizonte de aquí a 2018, la meta propuesta por Gloria Guevara como titular de la Secretaría de Turismo.
El viernes pasado un periódico de la Ciudad de México volvió sobre el tema como nota principal y la Sectur incluso respondió con un comunicado de prensa que, en resumen, dice lo siguiente:
1. Las cifras son preliminares.
2. En 2011 hubo cifras récord en México de turismo nacional e internacional.
3. En los últimos ocho meses ha habido un incremento continuo, comparado mes a mes con los del periodo previo, en la llegada de turistas internacionales por la vía aérea. En resumen, la Sectur no desmiente la información, aunque aporta elementos positivos para equilibrar el panorama.
En realidad son dos países los que habrían desplazado a México a la posición número 12, Rusia y Austria, pero además el primero no ha concluido de entregar su información al cierre de 2011.
Si de todas formas esto es de manera oficial y con datos corroborados, la OMT reporta dentro de algunas semanas o meses que México sí salió del top ten, la Sectur todavía tiene un “as” bajo la manga.
Resulta que el Banco de México, una de las instituciones más serias del país, nunca ha contabilizado la entrada de viajeros internacionales por la frontera sur, esto es, desde Guatemala y Belice.
No lo hace porque el propósito de su registro es medir la cuenta corriente de la balanza de pagos y porque la metodología que utiliza, avalada por el Fondo Monetario Internacional, considera que dicho registro no alteraría las grandes cifras nacionales.
Dicho de otra manera, los 1.5 o dos millones de centroamericanos que cruzan por tierra cada año a México, tienen un gasto reducido.
Pero esos 1.5 o dos millones de registros parecerían suficientes para regresar a México al top ten.
Las preguntas son si el Banco de México, un organismo autónomo del gobierno federal, cederá a las presiones turísticas para cambiar su metodología y si, de verdad, vale la pena invertir tanto esfuerzo en este tema, cuando el reto es que México genere más ingresos a través del turismo.
