México-España: Una “pausa” que no dejó de moverse

 
Carlos Velázquez
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Madrid. Quirino Ordaz, embajador de México en España, tiene una respuesta preparada cuando le preguntan porqué después de que el presidente López Obrador puso “en pausa” la relación binacional al iniciar su mandato, en la recta final del mismo esos nexos atraviesan por uno de los mejores momentos de su historia.



Lo que no quiere el presidente son abusos, declaró a este espacio, y eso los empresarios españoles lo han entendido muy bien y aunque ha habido casos complicados, como el de Iberdrola, las inversiones españolas siguen creciendo como nunca en México.

Recientemente al menos cientos de mexicanos han adquirido propiedades en Madrid y los más acaudalados, como Valentín Diez Morodo, tienen hoteles como el Rosewood Casa Magna; mientras que la familia Amodio estuvo entre los inversionistas originales del Four Seasons.

En tanto la familia Slim y Jesús Martínez, presidente del Pachuca, están entre los que han invertido en equipos de futbol de la segunda división en la capital española, según relató el propio Ordaz.

Sin olvidar que Alejandro Soberón, el mandamás de la Corporación Interamericana de Espectáculos (CIE), apareció apenas la semana pasada como uno de los empresarios que están llevando la Fórmula Uno a Madrid y precisamente en una pista que estará en las inmediaciones de IFEMA, el recinto ferial donde se llevó a cabo la Feria Internacional de Turismo de España (Fitur).

Ordaz dice que es difícil llevar una contabilidad precisa sobre cuántos españoles viajan a México al año y viceversa porque hay muchos que tienen doble pasaporte, debido a una serie de facilidades que ha otorgado el gobierno español como la doble nacionalidad o la “visa dorada” para quienes compran una propiedad de al menos medio millón de euros.

Pero si en números redondos llegan a México unos 400 mil españoles, según las cifras del Instituto Nacional de Migración, hay por lo menos otro número similar de mexicanos que van a España e incluso pueden ser más.

Giancarlo Molinari, vicepresidente de Ventas Corporativo de Aeroméxico, dijo a esta columna que cinco vuelos diarios son insuficientes para atender la demanda actual y por ello el próximo verano la aerolínea ampliará a seis las frecuencias conectando a ambos países.

Si cada uno de los Boeing 787 tiene capacidad para 280 pasajeros y el factor de ocupación el año pasado rondó 90%, nada más la compañía bandera de México transportará unos 92 mil pasajeros al año entre México y España y otros tantos de vuelta.

Ordaz dice que su trabajo en este momento es seguir cuidando los intereses de los mexicanos, ser un facilitador y atender las situaciones que se van presentando cada día, pues el fortalecimiento de las relaciones también lleva implícitos los servicios diplomáticos y consulares.

El embajador también ha aprovechado su primera experiencia como representante de México en el extranjero, para acercarse a los jóvenes y recorrer España con el propósito de dar conferencias y participar en eventos mostrando aspectos importantes de nuestro país.

Molinari, por su parte, consideró que el detonante del incremento de los viajes fue la pandemia, pues Aeroméxico sólo dejó de volar dos semanas a España y aunque no podían entrar los mexicanos sí convencieron a más españoles con su servicio.

Luego de la crisis sanitaria, lo que ha habido es una necesidad creciente por viajar, pues la personas saben que la única oportunidad segura es hoy.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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