Los tiempos compartidos en años de bonanza

 
Alonso Gordoa
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LOS CABOS.– Minutos antes de comenzar la inauguración de la XXVIII Convención Anual de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), Ernesto Coppel, presidente de Pueblo Bonito, abrazó al gobernador Marcos Covarrubias.



“Mi gober querido”, le dijo, “tú no eres mi góber precioso, eres mi góber querido”, y los dos se rieron de su ocurrencia.

Coppel estaba de muy buen humor y cómo no iba a estarlo, si después de la crisis que golpeó al turismo y al desarrollo inmobiliario ahora no sólo hay una recuperación plena, sino tasas de crecimiento superiores a las de 2008.

Hoy quiere impulsar el acuario más grande de América Latina, en Mazatlán, y además se queja de que le falta dinero:

“Como decía un amigo, si cuando hay no hay; cuando no hay, pues menos…”.

Así es que ahora busca 200 millones de dólares para hacer un acuario como el de Monterey Bay, en California, “pues el de Slim está tiki, está chiquito”.

Ese mismo ánimo de crecimiento se percibe entre los miembros de Amdetur, que preside Patricia de la Peña, los desarrolladores de los tiempos compartidos están viendo oportunidades con sus 72 mi cuartos de hotel en México, 45% de los de calidad turística que hay en el país.

El año pasado, según señaló ella misma, los profesionales de este segmento vendieron 180 mil semanas de cuartos, con una ocupación de 73% contra 63% del promedio nacional.

Por ello propuso lanzar una campaña de publicidad en México y el extranjero, para lo cual busca un presupuesto de cinco millones de dólares con el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM).

Una propuesta que puso nervioso a Gerardo Llanes, director ejecutivo de Mercadotecnia del CPTM, quien respondió que se necesitaría hacer a través de un programa cooperativo y al mismo tiempo se promuevan los destinos.

Y si hoy los jóvenes hablan de la profesionalización de la venta de los tiempos compartidos y de la importancia de la promoción, también hubo espacio para la reflexión de quienes alcanzaron el éxito económico con estos negocios.

José Chapur, presidente de Palace Resorts, quien ha vivido momentos de crisis y bonanza, propuso “tomar una pastilla para la memoria que no me acuerdo cómo se llama”.

Invertir cuando el mercado va a la baja, propuso, renovar permanentemente el producto y cuidar los tres factores que le dan fortaleza a un empresario: “liquidez, liquidez y liquidez”.

Mientras Kemil Rizk, presidente de Royal Resorts, consideró que los grandes retos para el tiempo compartido son reducir los altos costos de comercialización e incorporar crecientemente el internet a los procesos de venta.

Y Coppel la puso fácil: “Tener todas las opciones desde hotel, tiempo compartido, tiempo clompeto, plan europeo, campo de golf y todo incluido”.



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