La industria de reuniones también ha sido víctima del efecto Donald Trump, pero bajo cualquier escenario Michel Wohlmuth está convencido de que en 2025 los resultados de este sector serán mejores a los de 2024.
Después de dos años como presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (Comir), el empresario está dejando un balance positivo sobre una actividad que aportó el año pasado el 1.83% del Producto Interno Bruto en México, cuando en 2023 su contribución era de 1.62%.
Uno de sus grandes retos, fue precisamente aumentar la visibilidad de esta actividad ante las autoridades federales y estatales que, para decirlo rápido, representa más de la quinta parte del turismo.
De hecho, no les gusta ser medidos dentro del mismo “costal” pues sólo entre 40 y 45% del negocio está relacionado con el hospedaje y las actividades turísticas como tales y el resto tiene que ver con proveeduría de muy diversas índoles.
Hoy, y desde hace muchos años, dos siguen siendo los principales retos para la industria de reuniones y son que se regule la tasa cero para la organización de eventos internacionales y que además se permita la importación temporal de activos para los eventos.
Estas historias se vienen discutiendo desde el gobierno de Vicente Fox y si bien están incluidas en la ley, las dos siguen no están en las leyes secundarias lo que significa que son letra muerta.
Si estos temas, que no le gustan a la Secretaría de Hacienda, cambiaran; la industria de reuniones viviría un momento de gran crecimiento.
Con un sentido práctico Wohlmuth se enfocó a librar batallas más terrenales, como por ejemplo hacer énfasis en la sostenibilidad de los eventos; lo que por también ha permitido que se beneficien artesanos y cocineras tradicionales que son cada vez más demandados por los organizadores de los mismos.
Otro asunto que puso sobre la mesa fue la creación del Buró Mexicano de Congresos y Convenciones, como el camino para que la industria de reuniones tenga más recursos para promoción y gane más eventos paraMéxico.
Esta propuesta se gestó durante las pasadas campañas presidenciales y Xóchitl Gálvez, la entonces candidata de la oposición, la sumó a su propuesta de gobierno.
Aunque no prosperó, Josefina Rodríguez, la titular de Turismo Federal, decidió apoyarla pues Comir no fue a la dependencia a pedir recursos, sino que llevó un proyecto autofinanciable que, a través de las cuotas de los miembros, busca recursos e interlocución para que esta actividad siga creciendo.
Wohlmuth también logró una participación más activa en el Consejo Nacional EmpresarialTurístico CNET, que ya inició el proceso para elegir a su nuevo presidente.
Es verdad que los juegos arancelarios del presidente Trump han creado incertidumbre y que los congresos y las convenciones vinculadas a Estados Unidos son revisados por los organizadores con más atención para no incurrir en gastos injustificados.
De hecho, el preside de Comir acepta que ha habido algunas cancelaciones esporádicas, pero cuatro años después de la pandemia, la necesidad de reunirse es cada vez más fuerte.
La Ciudad de México está de moda y otro de los retos inmediatos que ve Wohlmuth es aumentar la tasa de conversión; pues de todos los negocios potenciales en el radar, el número de los que realmente se cierran es uno de los proporcionalmente más bajos de América Latina.