El sindicato de sobrecargos de Aeromexico emplazó a huelga a esta compañía el próximo 31 de mayo, lo que no deja de ser otro reto para la aerolínea que dirige a Andrés Conesa; aunque ayer por la tarde hubo avances relevantes para evitar las banderas rojinegras.
Una de las fortalezas de esta aerolínea, ha sido precisamente la relación de entendimiento entre los propietarios y directivos con las organizaciones gremiales.
Ahora el sindicato de sobrecargos, que encabeza Ada Salazar, vio como una afrenta que la base de la negociación de nuevo contrato fuera un incremento directo de 2.6% al salario, pues ni siquiera alcanza para compensar el efecto inflacionario del último año.
Precisamente uno de los avances fue que la patronal ya aceptó al menos compensar el impacto del aumento generalizado de los precios.
El conjunto de mejoras que ofrece la aerolínea a las condiciones laborales de los sobrecargos equivale a un aumento del 25%.
Un ejemplo son los viáticos, pues pilotos y sobrecargos de Aeromexico son los que más tiempo pernoctan en los destinos a los que vuelan, en comparación con el resto de las aerolíneas comerciales mexicanas.
Ahora incluso podrían mejorarse las condiciones para los trabajadores en los vuelos de largo alcance, es decir los que van a los destinos de Europa, Asia y a las capitales más distantes del Cono Sur.
Los viáticos se pagan en efectivo y no son sujetos a comprobación, así es que en realidad se convierten en un sobresueldo que cada uno de los trabajadores, administra de acuerdo a sus gustos y necesidades.
El tiempo, sigue corriendo las distintas partes están jugando sus cartas, aunque por ningún motivo se debería llegar al escenario del estallido de una huelga, donde todos terminarían perdiendo.
El costo de un día de huelga, en términos de pasajeros perdidos y de la reparación de los perjuicios sería sumamente oneroso.
Salvo Mexicana, que tiene un subsidio directo del gobierno federal, ahora todas las aerolíneas tienen que “rascarse con sus propias uñas” por lo que un tropiezo mal calculado puede provocar una aparatosa caída.
En el negocio de la aviación los principales ganadores en México son los grupos aeroportuarios que se encuentran entre las empresas públicas, más beneficiadas.
Las aerolíneas, siguen siendo ese negocio sexy, pero con bajos retornos.
Aeromexico tiene en los meses por delante otros retos, como son la negociación con el sindicato de pilotos y luego la amenaza del Departamento de Transporte de ese país, que no ha quitado el dedo del renglón para frenar la alianza entre Aeroméxico y Delta.
El tema ye se politizó, por lo que seguramente se conocerá la resolución hasta después de las elecciones presidenciales en ese país.
Divisadero
Viajes sin sentido. Por si no bastara con su reciente travesía a Japón como parte de su vuelta al mundo, supuestamente para promocionar a Acapulco aunque generó menos entusiasmo que un partido de futbol entre Veracruz y Puebla, el secretario de Turismo Miguel Torruco quiere terminar su intrascendente gestión viajando a Corea del Sur y Japón.
Causa indignación cuando en sus comunicados de prensa dice que este gobierno federal ha abierto más de cien nuevas rutas, cuando no ha facilitado nada, ni ha invertido un solo peso en promoción y todo ha sido un esfuerzo de la iniciativa privada. Eso sí que es saludar con sombrero ajeno.