Los dueños de los delfinarios en México

 
Alonso Gordoa
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CANCÚN.— Si luego de aprobarse la ley para prohibir los circos con animales en la Ciudad de México se han difundido casos de crueldad contra éstos; una historia distinta es la de los delfinarios donde no sólo participan empresarios relevantes, sino que el negocio exige cuidados extremos.



Cuando nace un delfín, relata Eduardo Albor, presidente de Dolphin Discovery, que tiene 40% del mercado en México, hay personal vigilándolos 24 horas un año, incluso para contar sus respiraciones por minuto y sus patrones de nado.

“Ni siquiera a mi hija la cuidamos así cuando era bebé”, confiesa.

La razón es que se trata de los principales activos de estas empresas, más si se considera que hay dos Normas Oficiales Mexicanas (NOM), la 059 y la 155, que prohíben capturarlos, importarlos y exportarlos.

A finales de la década de los noventa, esta compañía contaba con nueve delfines y dos delfinarios; ahora tiene 14 en México y el Caribe y de ellos ocho en Quintana Roo.

Albor era abogado de la compañía y tras la muerte de uno de los socios , se hizo cargo del negocio con la visión de que éste estaría muy regulado, lo que ocurrió en sólo seis años.

Para 2004 ya no era posible comprar delfines en otros países, como ocurrió al principio, y menos capturarlos; así es que de los 144 ejemplares que tiene en sus parques, 76 ya han nacido en ellos.

Los delfines son animales muy territoriales, por lo que descarta que pudieran sobrevivir si fueran puestos en libertad, y además ello acabaría con una actividad que involucra unos 30 delfinarios, con 320 ejemplares y que generan unos dos mil 300 empleos directos.

De todos estos, 85% están en Quintana Roo, así es que le resulta una paradoja que haya sido un senador por esa entidad, Jorge Emilio González, del Partido Verde, quien propusiera cerrarlos para liberar a los delfines.

Además del suyo, hay tres compañías importantes en el negocio y son Delphinus, de Grupo Xcaret; Dolphinaris, adquirido recientemente por el fondo Adventure Capital y Vallarta Adventures.

En el primero participan empresarios como Miguel Quintana Pali, galardonado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico y por la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco-Servitu) como mejor empresario turístico del país.

Lo mismo que los hermanos Constandse, entre ellos Carlos, quien es presidente de la Cruz Roja de Cancún; mientras que Vallarta Adventures es propiedad de Ricardo Farcas, precursor del turismo de aventura.

Albor está asociado con otros empresarios relevantes del turismo, como Alejandro Zozaya, de AM Resorts; José Chapur, de Palace; Abel Matutes, de hoteles Sirens y hermano de un ex ministro de turismo de España: y José Luis Martínez, presidente de Lomas Travel.



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