Si como anunció el primer ministro de Canadá, **Justin Trudeau**, la visa de ese país a los mexicanos dejará de ser exigida a partir de diciembre de este año, ello no significa que no podría ser impuesta de nuevo, pues hay presiones en ese sentido.
De hecho la eliminación de la visa ocurrirá hasta diciembre, porque persisten exigencias canadienses de seguridad en la emisión de los pasaportes mexicanos que no han sido solucionadas.
Un tema que corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores, cuya titular es **Claudia Ruiz Massieu**.
Concretamente, el gobierno canadiense tiene evidencia de que algunos ciudadanos de países Centroamericanos, han entrado a Canadá con pasaportes mexicanos; un tema que deberá ser solucionado de aquí a diciembre.
Del lado canadiense, aunque en ese país se desarrolló el sistema de identificación electrónica que, incluso, podría utilizarse en el futuro en México; todavía necesitan hasta septiembre para que pueda comenzar el proceso para que los mexicanos lo utilicen.
Otro factor que también retrasó el inicio de la puesta en marcha de la medida, fue la negociación sobre la importación de carne canadiense, un asunto que también terminó de resolverse durante la visita del presidente Enrique Peña a Canadá.
De acuerdo con la información obtenida entre fuentes cercanas a estas negociaciones, no existe la posibilidad de que el gobierno canadiense decida dar marcha atrás al anuncio de este martes, pero sí habrá un seguimiento preciso para que se cumplan los acuerdos.
Si en el lapso de un año después de que la eliminación del visado entre en vigor, el gobierno canadiense identificara de nuevo que regresan las prácticas que dieron origen a la medida, seguramente, se podría imponer, otra vez, este requisito.
Hoy Trudeau goza de una enorme popularidad y, como dicen los analistas de su país, está viviendo una “luna de miel” con el electorado que lo llevó a esa posición.
Aunque para finales del 2017, el panorama ya podría ser diferente.
La pregunta que está en el aire es si ambos países podrán fortalecer una relación de mutuo beneficio, sin que, otra vez, miles de mexicanos pretendan mudarse a Canadá abusando de las áreas grises de una legislación en materia de migración que se considera entre las más avanzadas del mundo.
Por lo pronto, es un hecho que ya sin la visa las condiciones están dadas para que aumente de manera relevante el número de viajeros mexicanos que irán cada año a ese país.
Cuando se impuso la visa, hace seis años, el número de mexicanos que iban a Canadá se acercaba a los 300 mil y costó un largo periodo de esfuerzos por parte de la industria turística para la recuperación de un mercado que bajó a menos de 100 mil al año.
Ya sin la visa, los nuevos vuelos establecidos por las aerolíneas mexicanas a destinos canadienses y la devaluación de más de 20% del dólar canadiense contra el de Estados Unidos generan condiciones para que crezca este mercado, otra vez.