El presidente Andrés Manuel López Obradorconsidera que en su gobierno también se han terminado los “chayotes”, pero quizá ignora que a la sombra de sus “Mañaneras” están creciendo otroscardos plagados de espinas.
Ayer durante su perorata diaria, esta vez desde el municipio de Carrillo Puerto en Quintana Roo, una vez más se quejó de la forma en que lo tratanalgunos conocidos comunicadores y lo atribuyó a que “ya se acabó el reparto del moche”.
También dijo que “el presupuesto es sagrado, es dinero bendito y tiene que llegarle al pueblo”.
Diligentemente “Lord Molécula”, uno de los blogueros favoritos del régimen, editó la cita en un video corto y la subió a su cuenta de X, acompañada de un texto criticando a “los medios obsoletos que sobrevivían al amparo del presupuesto gubernamental”.
Pero resulta que esos mismos blogueros, ya han encontrado cómo lucrar con las Mañaneras sembrando calumnias y mandando “dardos envenenados” por los que cobran, en una nueva modalidad de la corrupción.
Pongo un caso reciente cuando el bloguero Demian Duarte, le soltó una diatriba a López Obrador en otra Mañanera acusando al empresario Sergio Loredo de haber intentado extorsionar al gobierno federal con el Visitmexico, usando el nombre del país para hacer negocios con la ONU y de varias situaciones más.
Afirmaciones falsas presentadas como verdades bajo su interpretación, para llegar a la pregunta que fue: ¿No le puede pedir a la Unidad de Inteligencia Financiera o al SAT que lo investiguen?
López Obrador no le contestó, tampoco comentó el asunto y simplemente cambió de tema; pero esa pregunta fue convertida en una tarjeta informativa que fue distribuida en algunos portales de noticias, que coincidentemente publicaron que Loredo estaba “nuevamente bajo el ojo del huracán”.
Una nota tendenciosa que salió días antes de que un juez dictara sentencia, respecto a Visitmexico.
Para preguntar en las Mañaneras simplemente hay que registrar un medio, llegar muy temprano a Palacio Nacional o al sitio donde se realice, pues se da acceso a un número limitado, y de preferencia conocer a alguno de quienes dan la palabra, aunque con paciencia y suerte cualquiera puede hacerlo.
En el “mercado negro” de la información hay diferentes tarifas por realizar esas preguntas que no necesariamente tienen que se calumniosas, aunquesiempre interesadas.
Un colega me contó cómo hace unas semanas, un grupo de estos blogueros fueron invitados de honor a una cena organizada por el municipio de San Luis Potosí, porque en la mañana uno de ellos le hizo al presidente una pregunta exaltando un evento en dicha ciudad.
Así es que en el futuro ya a nadie le interesará aquella vieja historia de los reporteros que se formaban detrás de una planta de chayotes, en el gobierno de Alemán, para recibir un sobre con dinero; pues la corrupción se está mudando de forma y quizá se está sofisticando.
Esa palabra, “corrupción”, significa “abuso del poder” y esta semana también se hizo público que el año pasado en promedio hubo 17 visitas diarias al nuevo desarrollo turístico de las Islas Marías que no alcanzan ni para pagar los gastos del barco que transporta a esos turistas.
Esos recursos dilapidados son parte de ese presupuesto “sagrado” y “bendito”, aunque de ninguna manera está beneficiando al “pueblo bueno” al que se debe y por el que trabaja López Obrador.
