Sofía, Bulgaria. La primera vez que escuché sobre un viaje aLos Balcanes fue por Ercan Yilmaz, mandamás de Megatravel, en un viaje a Turquía en 2021.
Recorrido que organizaron Turkish Airlines y el gobierno de ese país, para promover la llegada de mexicanos a Estambul.
Yilmaz mostraba su entusiasmo porque la ex Yugoslavia se fraccionó en siete países, entre los cuales, por cierto, no está Bulgaria que fue socialista, pero fuera del largo brazo del Mariscal Tito.
Ni tardo ni perezoso Yilmaz organizó un charter desde el Estado de México a Bulgaria, que solo duró una temporada pues hubo problemas para operarlo con una escala rara en Puerto Rico como preámbulo al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Este año estamos haciendo el viaje por nuestra cuenta yrecorrer Croacia, Montenegro, Albania, Macedonia del Norte y ahora Bulgaria ha sido sencillo gracias al poder de los teléfonos inteligentes, la conectividad global y las agencias de viajes por internet.
En ninguno de esos países los mexicanos necesitamos visa y al hacerlo por carretera solo hay que cuidar que la arrendadora cuente con los permisos y seguros para que el vehículo pueda transitar por todas esas fronteras.
Además, si se pretende visitar Serbia y Kosovo, hay que entrar por el primero dado que el segundo apenas logró su independencia en 2019 y aunque es reconocido por las Naciones Unidas, aquel se resiste a hacerlo igual que otros países como Rusia, China e incluso España, que relaciona este hecho con las demandas disidentes de Cataluña.
En todo caso, vaya que es una ventaja contar con un pasaporte de un país fundamentalmente pacífico como México para el propósito de este viaje.
Los Balcanes, que se llaman así por la cordillera del mismo nombre, es una de las regiones más bellas, pero también más conflictivas del mundo; allí se han enfrentado religiones y potencias que en las últimas cuatro décadas dieron origen desde las llamadas “guerras yugoslavas”, hasta otros cruentos conflictos nacionalistas y separatistas.
A los mexicanos nos gusta la aventura y es un dato interesante, por ejemplo, que en el último año, el número deviajes a Japón hayan aumentado más de 40%, incluyendo por supuesto el tan criticado que protagonizó Andy, el hijo de López Obrador.
Los Balcanes también tienen grandes atractivos y especialistas de muchos países aseguran que se consolidará como el nuevo polo de crecimiento turístico en Europa.
La Costa Dálmata, que va desde los alrededores de Split en Croacia hasta las playas de Montenegro, se está volviendouno de los grandes destinos para el turismo de lujo.
Llegar a Kotor desde Dubrovnik por la carretera escénica es una experiencia magnífica, no sólo por las vistas del mar azul turquesa que recuerdan al Caribe, sino por las numerosas islas y los bosques poblados de unos pinos delgados y altos, que parecen haber sido cortados por un jardinero de Versalles cuando la naturaleza los hizo así.
Mientras Kotor, en Montenegro, ciudad inscrita como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO tiene menos de 15 mil habitantes, aunque su origen se remonta al siglo II antes de Cristo, cuando fue parte del Imperio Romanosiempre flanqueada por montañas y una bahía casi cerrada.
Sin duda hay mucho que aprender y contar acerca de esta extraordinaria “esquina” del mundo.
Veranda se publicará nuevamente hasta el lunes 27 de octubre.