Una de las primeras tareas de las que Ostar, el brazo turístico de Grupo Carso, cuyo director es
**Roberto Slim** tuvo que resolver la semana pasada después de tomar control de Loreto Bay, en Baja California Sur, fue pagar los salarios que no habían sido devengados por Homex, de **Eustaquio de Nicolás**.
Así es que además de los alrededor de 45 millones de dólares que habría recibido la desarrolladora inmobiliaria, con los que hará frente a la deuda que tenía con el propio Banco Inbursa, de Marco Slim, esta firma logró salir del compromiso empresarial más básico, que son los laborales.
Una situación increíble, para un proyecto que generó grandes expectativas durante el gobierno del presidente Vicente Fox, cuando se situaba precisamente en Loreto, el principal punto de distribución para las escalas náuticas del Mar de Cortés.
En el tercer año de la administración foxista, John McCarthy, como director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), abrió allí un hotel que comenzó operado por Camino Real y posteriormente le vendió el campo de golf y los terrenos residenciales adjuntos a la firma canadiense TSD.
Esta última ostentaba contar con un modelo de desarrollo turístico sustentable y una sólida fuerza de ventas para el mercado canadiense.
Un crédito que otorgó City y que no tuvo interés en reestructurar, un nicho de mercado mal elegido y unos precios que nunca fueron correctamente determinados provocaron no sólo que Loreto Bay nunca volara, sino que además después llegó Homex cuando comenzaron sus problemas financieros.
Tanto el hotel como el campo de golf, bajo su administración, se vieron involucrados en un paulatino proceso de deterioro.
Así es que el inmueble que abrió sus puertas de la mano de una marca reputada, se convirtió en algo que se llama Inn at Loreto Bay y que terminó siendo una especie de un todo incluido de mala calidad.
El campo de golf primero sufrió un desafortunado cambio en su diseño para convertir dos hoyos que corrían junto al mar en terrenos residenciales y luego el mantenimiento se fue para abajo, por lo que jugar en lo que fue uno de los campos escénicamente más impactantes del país se convirtió en una experiencia a campo traviesa.
Ostar no se ha caracterizado por hacer grandes apuestas en sus desarrollos, pero siempre han encontrado cómo volver rentables proyectos que nunca hicieron sentido en manos de otros empresarios.
Loreto tiene relevancia en la historia de las Californias, está en una posición geográfica estratégica para el turismo náutico en una de las regiones más atractivas para esta actividad en el mundo, como es el Mar de Cortés, y está cerca de mercados emisores relevantes como San Diego, Los Ángeles y Phoenix.
Y Ostar seguramente tiene un plan para darle la vuelta a una historia que turísticamente no ha sido la más exitosa.