Si parece difícil que el gobierno federal renuncie al incremento de 20% en pesos que pretende aplicar en 2025 a los turistas extranjeros que pagan el Derecho de No Residente (DNR) por visitar México, hay otro asunto cuya temperatura está subiendo.
Con el tipo de cambio a entre 20 y 21 pesos por dólar, el mencionado aumento se compensará por la devaluación de nuestra moneda.
Pero sí afectará a quienes llegan por crucero y también a los destinos que pueden perder muchos turistas.
En ese caso también sufrirían las alrededor de 20 mil trabajadores que se benefician con la derrama de más de mil millones de dólares que generan cada año los hoteles flotantes.
Si fuera lucha libre, lo que se estaría perfilando es un choque de rudos contra rudos; pues el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quiere imponer un cobro a los cruceristas de 860 pesos cuando desciendan en el primer puerto mexicano.
Mientras los líderes de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA, en inglés), tampoco se caracterizan por contender con delicadeza.
Personajes como Michel Paige, directora general de la FCCA, y Micky Arizon, presidente del propio organismo, ya lescomunicaron a las autoridades mexicanas que dicho cobro excluiría al país del mercado de los cruceros.
De hecho, esos 42 dólares por persona volverían al turismo de cruceros 213% más caro que el promedio de los puertos del Caribey eso ya lo sabe la titular de Turismo, Josefina Rodríguez.
Pero además, la FCCA se queja airadamente de que no les avisaron con anticipación, así es que ahora los agarraron con los dedos en la puerta pues un buen número de turistas compraron sus viajes a México para el próximo año, sin saber que tendrían que pagar 42 dólares más.
Si a esto le suman los cinco dólares que ya habían negociado con las autoridades de Quintana Roo, serán 47 dólares en total; una botella de vino menos que hará rabiar a los pasajeros.
En el pasado la FCCA contrató a Silvia Hernández ex secretaria de Turismo, para cabildear en contra de una medida similardurante el gobierno de Vicente Fox, y ahora además está John McCarthy, ex director general de Fonatur y asesor de Royal Caribbean.
Una negociación sería hoy debe responder a la pregunta de cómo perderán más.
Como sucede en el turismo de México en general, hay destinos mucho más vulnerables que otros.
Las navieras aman los trayectos de navegación cortos, pues en los largos los pasajeros consumen a bordo lo que ya pagaron y los barcos gastan mucho combustible.
Cozumel es el mayor destino de cruceros del mundo, no por sus bellezas inefables, que las tiene, sino debido a una posición geográficaestratégica en medio de varias rutas del Caribe.
Saltarse la isla dejaría en la inopia a sus habitantes, pero las navieras perderían por el tema del combustible; pero otros destinos como Progreso, Los Cabos, Mazatlán o Huatulco son fácilmente prescindibles.
Hacienda también podría terminar recaudando menos si dejan de llegar estos viajeros que consumen y pagan IVA; así es antes de sacar las palomitas para ver el pleito, sería positiva una negociación razonada de ambas partes.
Con un gobierno menos cercano a los empresarios y tan poderoso, sería ingenuo pensar que nuevamente le doblarán las manos como sucedió con Fox.