El argumento de Andrés Manuel López Obrador cuando, como candidato a la Presidencia de México por el PRD, paralizó el centro de la Ciudad de México con su plantón en 2006, fue que, de no haberlo hecho, habría derivado en violencia.
Una posición inverosímil para muchos, aunque también es cierto que el político tenía millones de seguidores y que el resultado del proceso electoral generó una gran efervescencia política.
El movimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tiene características totalmente distintas, pues está referido a los intereses particulares de un grupo de maestros que se sienten despojados de sus canonjías.
Tienen razones para estar molestos, pues los cambios son retadores y ciertamente fueron los líderes de un país que privilegiaba el corporativismo quienes les dieron las supuestas ventajas por las que ahora luchan.
En el camino ya se habla de pérdidas por alrededor de 500 millones de pesos en el Centro Histórico y, después del comercio, la actividad turística es una de las más afectadas.
Nathan Poplawsky, presidente de la Asociación de Hoteles capitalina, habla de 60 millones de pesos en pérdidas en los hoteles del primer cuadro de la ciudad y una ocupación promedio 50% inferior a la de hace un año.
Ciertamente no hay registros de cancelaciones ni tampoco de que estén llegando menos viajeros a la capital del país y Miguel Torruco, secretario de Turismo del DF, dice que los viajeros están optando por otras zonas de la capital.
El hecho es que, incluso en colonias como Polanco, una de las opciones para quienes no desean reservar en el Centro Histórico, ya hay resultados económicos negativos.
Eduardo Ymay, director general de Grupo Real Turismo, dice que si bien las ocupaciones hoteleras se han mantenido en el hotel Camino Real de Mariano Escobedo, sí ha habido, en cambio, una contracción en las ventas de los restaurantes. Dependiendo del día de la semana y del establecimiento que se trate, el ejecutivo consideró que los ingresos en sus centros de consumo de alimentos y bebidas han bajado entre 25 y 30 por ciento.
Más grave ha sido la pérdida de horas-hombre y asumir nuevamente que en la capital del país una minoría puede desquiciarla por completo, pues las autoridades no están dispuestas a aplicar la ley.
El fin de semana fue notable el operativo que coordinó Luis Rosales, subsecretario de Seguridad Pública del DF, para evitar la violencia en torno al Primer Informe de Gobierno de Enrique Peña y a la instalación del Congreso.
Con ese mismo profesionalismo, sentido de proporción y respeto a los derechos humanos, sería deseable que las autoridades actuaran para evitar que unos pocos sigan desquiciando al Distrito Federal.