Las incógnitas sobre Luzia

 
Gustavo Armenta
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Al terminar la fastuosa cena de apertura del Tianguis Turístico celebrado la semana pasada en Mazatlán, en la que el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, echó la casa por la ventana, me encontré a uno de los principales empresarios turísticos del país quien, contrario a su costumbre, estaba realmente enojado, como nunca lo había visto.

Antes de la cena —a la cual asistieron el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, así como un selecto grupo de alrededor de mil invitados que se distribuyeron en más de 130 mesas a lo largo de un tramo del recién remozado malecón—, en el teatro Ángela Peralta se había efectuado la ceremonia de inauguración del evento, en la que se presentó un extracto de 17 minutos de Luzia, el espectáculo del Cirque du Soleil, inspirado en la cultura mexicana y por el cual el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) se comprometió a pagar 47.4 millones de dólares, tal y como lo comentamos en este espacio la semana pasada.



Luzia aún no llega a nuestro país (lo hará en Guadalajara en agosto próximo, en Monterrey en octubre y en la Ciudad de México en noviembre), por lo que la gran mayoría de los presentes no lo había visto —quizá algunos pocos ya lo hayan hecho en Canadá o Estados Unidos—, de manera que había una gran expectativa por ver ese fragmento de un espectáculo por el que el gobierno mexicano ha pagado tanto dinero.

Y, aunque todos lo aplaudieron, la realidad es que los comentarios posteriores no fueron muy entusiastas, no porque el show sea malo —este columnista pudo verlo completo durante su estreno el año pasado en Montreal y, personalmente, puedo afirmar que me gustó—, Cirque du Soleil es una garantía de calidad, sino porque quitando a los muchos políticos que había, la mayoría de los asistentes era gente de la industria turística que puede discernir si una cantidad tan grande de dinero estuvo bien invertida y dará los resultados esperados.

Por eso es que este empresario estaba tan molesto: “¡No tienen madre! Sí, está muy bonito, ¿pero en dónde está México en el espectáculo?, ¿dónde está la venta dura?, ¿por eso pagaron treinta millones de dólares?”… fueron casi cincuenta, le interrumpí… “ya ni me digas, que me encabrono más”, soltó casi a manera de desahogo.

Quizá la respuesta a su queja de que México no se ve en el espectáculo, esté en esta descripción que hace el CPTM: “Luzia surge a partir de un estudio elaborado sobre la percepción de los mexicanos de su cultura y la forma en la que se diferencia al exterior del país. El gobierno de la República definió de esta manera el lienzo en el cual se trazaría el espectáculo, reforzando un México moderno, orgulloso de sus raíces, su gente, su diversidad cultural, el crecimiento económico y su dinámica industria turística, elementos que inspiran respeto alrededor del mundo. El show se aleja de clichés y representa un México inspirador”.

El contrato firmado en 2016 entre Cirque du Soleil y el gobierno mexicano compromete a la empresa a presentar Luzia en 450 ciudades de todo el mundo, con dos mil 400 representaciones en un lapso de siete años y, según informó a Ciudad Abierta la Secretaría de Turismo, hasta el momento ha estado en dos ciudades canadienses: Montreal y Toronto, donde vendieron 412 mil 408 boletos en 231 funciones; nueve ciudades de Estados Unidos: San Francisco, San José, Los Ángeles, Costa Mesa, Seattle, Denver, Chicago y Atlanta, con 531 funciones y 749 mil 657 espectadores, aunque aún no tienen el dato de cuántos boletos vendieron en Los Ángeles y Costa Mesa, ambas en California. En Washington DC, donde tienen programadas 80 funciones, que comenzaron hace una semana.

En resumen, en dos años han visitado once ciudades, con 762 funciones y un total de un millón 162 mil 65 boletos vendidos. Lo que significa que, hasta el momento, cada espectador que ha visto Luzia ha significado al gobierno mexicano una inversión de 40.78 dólares, un poco menos de lo que costó el boleto más barato en Canadá (44 dólares locales) para ver este espectáculo.

Algo más que me dijo el enojado empresario mexicano fue que quería ver cuántos de los que han presenciado Luzia en el extranjero, tomarán la decisión de venir a México motivados por el espectáculo. Es difícil, saberlo, el CPTM no ha informado que esté aplicando alguna metodología para determinarlo. Y tal vez nunca lo sabremos, porque los resultados totales se podrán tener hasta dentro de dos años, cuando es muy probable que ya no esté en su cargo ninguno de los funcionarios involucrados en la firma de éste, que es el contrato más alto firmado en toda la historia del CPTM.



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