El sábado pasado en el programa Imágenes del Turismo, que conducen Laura Rodríguez y el autor de este espacio, Humberto Díaz Cid, un radioescucha, escribió un tweet pidiendo una explicación sobre las diferencias entre los datos turísticos de los hoteleros y el gobierno.
Aquí está una cita textual del discurso de Luis Barrios, presidente de Cityexpress, durante la inauguración del pasado Tianguis Turístico México, en Acapulco:
“Mire usted, señor, (le dijo al presidente López Obrador), en la oferta de asientos en las rutas aéreas entre Estados Unidos y México para el periodo enero-agosto del presente año, se redujo la disponibilidad de vuelos en 1.7 millones de asientos contra el año anterior…”
Hay otros muchos discursos y declaraciones, pero basta comparar la afirmación de Barrios con ésta tomada del discurso de Miguel Torruco, titular de Turismo, durante la instalación del Consejo de Diplomacia Turística (CDT):
“(…) pese a los pronósticos negativos de los adversarios, la actividad turística del país no se desplomó y, por el contrario, camina con paso firme y con un futuro alentador. Las cifras así lo avalan: en los primeros cinco meses de 2019 llegaron a México 18.2 millones de turistas internacionales, 5.9% más que en el mismo periodo de 2018, con una derrama económica de 10 mil 110 millones de dólares, 15.4% superior a enero-mayo del año pasado, y un gasto promedio de los turistas de internación de 958.6 dólares, lo que significa un incremento de 14%”.
¿Quién falta a la verdad?
De entrada se están comparando peras con manzanas, lo que Torruco aprovecha políticamente.
Además del desacierto de que un secretario de Turismo califique como “adversarios” a los líderes de la industria turística, lo que ha estado pasando ya lo explicó la Facultad de Turismo de la Universidad Anáhuac.
En el número 26 de su Panorama de la Actividad Turística, señaló lo siguiente:
“(…) muy probablemente nuestros pronósticos se ajustarán hacia mediados de año por dos razones: reducción de la oferta de asientos disponibles entre Estados Unidos y rutas hacia México, por un lado, y, por otra parte, en virtud de las variaciones que parecen observarse en el rubro de los ingresos, luego del relevo en el operativo estadístico del turismo internacional que desde agosto de 2018 ha dejado de estar a cargo del Banco de México y le corresponde ahora al Inegi”.
Inegi tomó control de las estadísticas, cambió la metodología y consideró que se subestimaba el ingreso del turismo de internación y la llegada de turistas fronterizos.
Será hasta agosto de 2019 cuando habrá datos comparables y allí se empezarán a diluir las cifras alegres de Sectur.
Entonces Inegi documentará oficialmente lo que la industria sabe: que la llegada de viajeros internacionales por vía aérea proveniente de Estados Unidos se ha estancado y que las tarifas hoteleras van a la baja.
No es una confrontación entre amigos y adversarios, sino realidad pura y dura que es importante reconocer para buscar soluciones.