La relación entre tecnología y turismo siempre ha sido muy estrecha, podemos por ejemplo mencionar la forma en que la actividad de las líneas aéreas y los hoteles contribuyó al desarrollo y creación de modelos de negocio altamente dependientes de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como los sistemas de distribución global (GDS).
Actualmente Internet está revolucionando la forma de operar del sector turístico y está introduciendo importantes modificaciones en el ámbito de la comercialización, especialmente en el caso de la distribución y venta, permitiendo el logro de importantes ventajas en la forma tradicional de operar de algunas empresas, así como en las relaciones que mantienen con otras empresas y sus clientes.
La cantidad y calidad de información que se proporciona al turista o pasajero es crucial para la toma de decisiones, pudiendo incidir de manera directa en una posible elección del producto o servicio. La tecnología acompaña al turista en todas las etapas del viaje, desde su concepción, planeación y adquisición, hasta al momento de llevarlo a cabo y compartirlo en sus redes sociales.
La Web ha sido uno de los principales motores de cambio social en los últimos años y el mes pasado cumplió sus primeros 25 años. Sus piezas fundamentales son el lenguaje HTML, el protocolo HTTP y el sistema de localización de recursos URL, desarrollados por un equipo a cargo del Tim Berners-Lee, un científico de la computación británico, que presentó el proyecto en 1989, cuando trabajaba en la Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida como CERN por las siglas en francés de su nombre original. Es interesante consultar el sitio www.webat25.org, para conocer más detalles de este importante acontecimiento.
Estos 25 años han sido suficientes, para marcar en forma contundente un antes y un después para la humanidad, lo que le ha valido a su creador numerosos reconocimientos entre los que destacan ser nombrado por la revista Time en 1999 una de las cien personas más influyentes del siglo XX y su participación en la inauguración de los juegos olímpicos de 2012.
En sus inicios, el “web master” era el dueño, diseñador y editor del contenido, caracterizado por páginas estáticas con poca variedad de información y sin interacción con el lector. En 2004 se comenzó a hablar de la Web 2.0, durante una conferencia de Dale Dougherty, uno de los fundadores de O´Reilly Media, una influyente editorial de Estados Unidos, especializada en libros sobre informática. Las nuevas aplicaciones, permitieron a un gran número de usuarios generar, compartir y distribuir información, convirtiéndose en productores y receptores.
**Comunicación clara**
Dos años fueron suficientes, para que en 2006 el diseñador web Jeffrey Zeldman comenzara a hablar de la “web 3.0”, para difundir las mejoras respecto a la web 2.0, que se desprenderían de diversas tecnologías como las bases de datos distribuidas, la tecnología semántica, la inteligencia artificial, los contenidos accesibles desde múltiples plataformas (smartphones, tablets, televisiones, etc.) y el uso de tecnologías geoespaciales, para dar contexto a las aplicaciones a través de la ubicación de los usuarios.
El mismo padre de la web es uno de los principales promotores de la denominada “Web Semántica”, que busca resolver un problema derivado del gran éxito de la red, pues debido a lo extendido de su uso, la información que mantiene es sorprendentemente extensa y heterogénea, lo que dificulta el poder lograr una comunicación clara y sin ambigüedades entre computadoras.
El término semántica se refiere a los aspectos del significado de las palabras y expresiones y es estudiado desde diversos enfoques, como el lingüístico, el lógico o el cognitivo. Se encuentra íntimamente relacionado con la sintaxis, que son las reglas para unir correctamente las palabras para formar oraciones, o en informática, los elementos de un lenguaje de programación para construir instrucciones. En el desarrollo de estas nuevas tecnologías, también juegan un papel importante las ontologías, que hacen referencia a la formulación de un exhaustivo y riguroso esquema conceptual vinculado a un tema específico, lo que las convierte en representaciones del conocimiento, adecuadas para que una computadora, lleve a cabo procesos de razonamiento inductivo, pudiendo resolver problemas que hasta hace algunos años estaban reservados a las personas.
La Web semántica intenta que los sistemas sean capaces, no sólo de mostrar, sino también de comprender las peticiones y necesidades informativas del usuario; por lo tanto, es necesario crear un sistema de búsqueda que pueda entender lo que se le está solicitando, realizando deducciones lógicas, a fin de ofrecer al usuario una respuesta precisa acorde a sus intereses.
Por ejemplo, imaginemos un buscador que identificando al usuario y su contexto, sepa si cuando este consulta “la piedad”, quiere información sobre la escultura de Miguel Ángel, el municipio de Michoacán o el acto de compasión.
Los beneficios que la Web Semántica puede ofrecer a la industria turística son considerables, vale la pena reflexionar en como la industria puede beneficiarse de ellos.
*Esta nota se ha tomado de los apuntes del curso Informática para el Turismo, de la Licenciatura en Administración Turística de la Universidad Anáhuac*