Los dueños y gerentes de los hoteles de Mazatlán en general prefieren no hablar públicamente sobre el problema de violencia que enfrenta Culiacán, debido al enfrentamiento entre los herederos del Chapo Guzmán y los aliados del Mayo Zambada.
Pocos días después del 16 de septiembre, el fin de semana largo con motivo de las fiestas patrias, hubo varios comunicados tanto de las asociaciones de hoteles como del municipio de Mazatlán en el sentido de que la ocupación hotelera promedio había estado arriba del 80%.
El propietario de una de las cadenas más importantes de la plaza, y quien me pidió no citarlo, me dijo que sólo había tenido 15 cancelaciones y que en realidad fueron postergaciones, pues todos aceptaron pasarlas más adelante para no ser penalizados.
También comentamos sobre si era el momento para hacerle publicidad a Mazatlán, como había visto en algunos medios, y me respondió que había sido una decisión del gobierno del estado, que tiene contratados algunos convenios pero que en nada de eso habían participado los empresarios.
Lo cierto es que de entonces para acá ya ha habido algunos problemas de violencia, incluyendo el “levantamiento” o secuestro de cinco personas en un edificio de condominios en Mazatlán y el asesinato de un policía municipal, Jesús Eduardo Paredes, aunque no está confirmado que haya sido producto del enfrentamiento entre los capos.
Esta semana algunos medios de Estados Unidos y Canadá comenzaron a publicar notas en el sentido de que la violencia estaba alcanzando a Mazatlán.
Además, los gerentes de los hoteles están reconociendo ya que está habiendo cancelaciones, sobre todo en el segmento de grupos y convenciones.
Habitualmente septiembre y octubre son los meses de temporada baja para muchos destinos y el verdadero problema se puede presentar si las reservaciones caen en la temporada alta de diciembre y los primeros meses de 2025.
Lo cierto es que ni responsabilizando a los estadounidenses de la crisis de violencia en Culiacán, como lo hizo el presidente López Obrador, ni publicando anuncios invitando a visitar Mazatlán se resolverá el problema.
Las decisiones que tome el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum para pacificar el estado y un adecuado manejo de contención de la crisis, son en este momento las mejores opciones para que este conflicto no golpee frontalmente al sector turismo de Sinaloa.
Divisadero
Artesanos. Miguel Quintana Pali, el presidente de Grupo Xcaret, se tardó más de un año en organizar con su equipo la Primera Feria de Arte Popular porque no fue fácil elegir a 140 de los mejores artesanos de México.
Visitante habitual de estos eventos en todo el país, una crítica constante del empresario más importante en el segmento de los parques es que eran pocas las ferias con un elevado nivel de calidad.
Así es que la curaduría fue muy estricta en esta ocasión y realmente es muy difícil pensar en otro evento con el nivel que tuvieron las prendas y piezas que fueron exhibidas.
Allá llegó Ximena Caraza, la directora de la Casa México en Madrid, y acordó que tanto esa sede que patrocina Valentín Diez Morodo como Xcaret invertirán cada uno 100 mil dólares para llevar a la capital española a algunos de los mejores artesanos mexicanos.
Quintana Pali aceptó porque ese dinero no se podría utilizar ni para promoción, ni para viajes de los organizadores sino exclusivamente para apoyar a los artesanos.
