El desastre que la anterior secretaria de Turismo, **Gloria Guevara**, hizo con el programa Pueblos Mágicos, el más exitoso de la Secretaría de Turismo desde hace trece años, comienza a tomar forma para ver la magnitud del daño, como resultado de un estudio que la actual titular de Sectur, **Claudia Ruiz Massieu**, encargó para contar con un diagnóstico confiable para conocer la situación y, con base en ello, tomar las decisiones pertinentes.
El estudio ya está terminado y desde hace por lo menos dos meses fue entregado a Ruiz Massieu. Está siendo analizado y será en junio cuando den a conocer cómo tratarán de arreglar la afectación que Guevara le infringió al prestigio, credibilidad y operatividad de este programa.
Por lo pronto, ya surgió un dato importante: casi la tercera parte de los Pueblos Mágicos son los que tienen dudosos méritos para haber sido incluidos. Dicho de otra manera, son los que están de más y pudieran ser expulsados.
El programa inició en 2001, a propuesta del entonces subsecretario de Operación, **Eduardo Barroso** –según cuenta él mismo–, cuando **Leticia Navarro** estaba al frente de la Sectur. Era una buena idea, la trabajaron con cuidado y el éxito no se hizo esperar.
Estrictos en la selección, en los dos primeros años trece localidades fueron elegidas para formar parte del programa. A mediados de 2003, **Rodolfo Elizondo** suplió a Navarro en la Sectur y continuó el proyecto.
En marzo de 2010, Gloria Guevara relevó a Elizondo, quien se fue dejando 32 Pueblos Mágicos. Ese año, la nueva secretaria mantuvo el lento crecimiento del programa, al agregar sólo cinco; pero en 2011 esta cifra se duplicó y añadió otros diez poblados. Así, 2012 arrancó con un inventarios de 47 Pueblos Mágicos. Pero ese año, último del sexenio del presidente **Felipe Calderón**, predominaron los criterios políticos en la selección, minando el rigor y la disciplina, y el resultado fue que Guevara se puso a repartir nombramientos de Pueblos Mágicos como naipes en un tallador en Las Vegas. De manera que en 2012 hizo el nombramiento de 34 nuevos Pueblos Mágicos, con lo cual abarató este título. En sólo once meses, el número creció hasta los 83 (considerando dos que habían regresado luego de ser suspendidos).
El manejo discrecional y subjetivo fue tan evidente, que las quejas no se hicieron esperar. Así que cuando Ruiz Massieu asumió la titularidad de Sectur, lo primero que hizo fue suspender los nombramientos y ordenar un análisis de la situación del programa.
Para realizar este estudio, Sectur contrató ni más ni menos que a Eduardo Barroso, que ahora tiene un consultoría, el cual ya entregó al subsecretario **Carlos Joaquín**.
En febrero pasado, durante el XII Foro Nacional de Turismo que se llevó a cabo en Mérida, Barroso dio una conferencia y adelantó algunos de los datos que arrojó su estudio. Y en abril volvió a hablar del tema en la III edición de Kultur, que ahora se efectuó en León.
Al final de su exposición, al responder la pregunta de un reportero, Barroso afirmó que, si bien la mayoría de los Pueblos Mágicos cumplen con los lineamientos requeridos, la realidad es que “hay 26 que requieren ser revisados, para que profundicen su trabajo y puedan mantener la denominación”.
En esa mesa redonda, denominada: “Pueblos Mágicos, programa a revisión”, también participó **Alejandro Morones**, quien fue subsecretario de Turismo y secretario de Turismo de San Luis Potosí, y afirmó que ya es el momento de evaluar “cuáles se dieron al vapor”.
Por su parte, **Alberto Colorado Estrada**, director general de Educación de Sectur, sostuvo que el programa “está sufriendo una reingeniería y en dos meses daremos a conocer los lineamientos”, y advirtió, quizá para estar a tono con la Semana Santa que ya se avecinaba: “muchos serán los llamados y pocos los elegidos”.
No se necesita ser adivino para suponer que la mayoría de los 26 que Barroso sugiere revisar cuidadosamente fueron los nombramientos que Guevara hizo en paquetes durante 2012. Es decir, la mayoría de los nombramientos que regaló en su último año como secretaría, podrían perder el título.