La sencillez hace la excelencia

 
Alonso Gordoa
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Un jardín en el corazón de Roma es el escenario en donde el Hotel Russie, montó uno de los restaurantes más trendy de la ciudad.



Resulta que el chef ejecutivo **Nazzareno Menghini**, en mancuerna con **Fulvio Pieran Gelini**, chef quién posee dos estrellas Michelin, una por el Jardín de Russie y la otra por su restaurante Il Gambero Rosso, en la Toscana, han diseñado para cada noche un menú basado en la clásica cocina italiana.

La magia comienza al entrar en el espacio abierto del interior del viejo edificio que acuna al hotel que por años ha sido uno de los más lujosos de Italia. En su patio interior se encuentra un bar al que no sólo los huéspedes asisten, también los romanos han hecho de él su lugar favorito.

En el fondo del recinto asoma un jardín diseñado por Giuseppe Valadier y su aroma a rosas ancestrales atrae a los visitantes a descubrir sus secretos. Bajo los frondosos arboles, en verano se montan las mesas en donde los comensales se transportan a un recinto de paz.

La experiencia alcanza su clímax cuando los chefs hacen alarde de su pericia gastronómica y salen a relucir los coloridos platos de los que emanan fragancias del Mediterráneo.

Los pescados, los olivos, los tomates y la albahaca son algunos de los actores que en cada plato marcan su fresca procedencia bañada de inaudita sencillez, sello que caracteriza la interpretación de los cocineros.

Nunca me imaginé que la simpleza de un espagueti con tomate y albahaca me conectara con una experiencia sublime, sin lugar a dudas, fue la mejor pasta que he saboreado en mi vida. Aunque debo reconocer que la ensalada de alcachofa con brotes tiernos de hiervas y aderezo de menta, tenía lo suyo.

A veces la vida nos pone ante la difícil decisión de elegir entre la carne tártara con trufa blanca y el Joahn Dory (un pescado) con alcachofas y puré de trufa y ante tal disyuntiva, decidí probar los dos, confieso que me hubiera arrepentido de sólo elegir a uno.

Lo que si tuve que dejar para otra ocasión fue la sopa de calabaza y jengibre con hongos porsini, no por falta de ganas sino por falta de espacio en mi aparato digestivo.

El impecable servicio que caracteriza a este cinco estrellas se complementa con uno de los Spas más modernos dispuesto para que cualquiera de los huéspedes de las 122 habitaciones pueda disfrutar de un tratamiento inolvidable.

Aunque, si es amante de viajar con su mascota, tendrá que renunciar a los privilegios de ser huésped del Russie, ya que este hotel no es pet friendly, quizá por que piensan en aquellos a quienes los animalitos les causan alergias y para ellos están dispuestas las amenidades de origen orgánico.

Sin lugar a duda la belleza de este edificio con vocación de hospedaje fue lo que atrajo a Pablo Picasso a hospedarse largas temporadas en él, incluso una de sus 33 suites, lleva su nombre en honor de tan distinguido pintor.

Con una ubicación inmejorable en la Vía del Babuino, en la Piaza dil Popolo, grandes personalidades del ámbito político y artístico han hecho de este lugar su punto de partida para recorrer las calles de Roma.



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