Desde que **Alejandro Zozaya**, el ahora CEO de Apple Leisure Group, comenzó a participar en la inauguración de los hoteles de AM Resorts, la cadena que forma parte de esta empresa, ha buscado en las reuniones privadas con los gobernadores de los estados, poner sobre la mesa los temas más importantes de cada plaza.
Y este martes, durante la comida con los empresarios de la Asociación de Hoteles de Cancún con **Carlos Joaquín**, el gobernador de Quintana Roo, y con **Enrique de la Madrid**, secretario de Turismo, hizo referencia al asunto de la seguridad.
Hay que cuidar los destinos de Quintana Roo, dijo antes de inaugurar el Breathless de Riviera Cancún, pues un problema de seguridad que genere un warning o alerta de viajes de Estados Unidos les puede provocar un problema muy grave a las enormes inversiones turísticas que hay en este lugar.
El origen de este comentario fue el reciente cambio de mando del secretario de Seguridad Pública, pues indudablemente ha derivado en casos de ajustes de cuentas de traficantes de drogas en las plazas turísticas de Quintana Roo.
**Joaquín** aseguró que es un asunto prioritario para su gobierno y que ya está tomando medidas para que la situación sea controlada cuanto antes, en un momento en que las inversiones turísticas están creciendo a niveles record.
De hecho, esta cadena ya cuenta con 18 hoteles en la plaza y el Breathless tiene un total de 500 habitaciones y una inversión superior a los 150 millones de dólares.
Una situación que no se da de manera aislada, pues según **Laura Fernández**, la presidenta municipal de Puerto Morelos, donde se ubica geográficamente este hotel, antes de dos años el número de cuartos hoteleros en esta circunscripción crecerá de los 5,000 cuartos que hay ahora a por lo menos 7,000.
Por lo pronto, y como dijo **Zozaya**, el miércoles se inauguró un hotel en donde, además de la inversión total, la pura fiesta costó 1.1 millones de dólares.
**DIVISADERO**
Uber. Quien pone a funcionar esta famosa app de la economía compartida en Cancún, primero se encontrará con un letrero que dice que el servicio no funciona en la plaza, aunque inmediatamente después se observan los famosos dibujos de los carritos ya en movimiento.
Aunque se encuentra en una zona gris, este servicio comienza a funcionar, pero con muchos problemas.
En una actitud gangsteril, los taxistas están acosando a los conductores que ofrecen este servicio.
Hay historia de algunos que han bajado la aplicación, sólo para identificar a los prestadores del servicio a quienes han golpeado o por lo menos les han chocado y estropeado sus coches.
Con precios estratosféricos y un servicio deficiente, los taxis de Quintana Roo lejos de buscar competir y mejorar, están actuando como si fuera la Edad de Piedra.
Mientras tanto, las autoridades locales siguen tolerando que ocurran este tipo de situaciones en un destino donde Uber realmente llegaría para ponerlo en una situación de transporte diferido en donde los principales beneficiarios serían los turistas y la propia clientela local.
