**Armando de la Cruz Uribe**, quien recientemente fue elegido para un segundo periodo como presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), tiene un dilema personal.
Aunque entiende la indicación que le han dado sus representados para que la asociación que encabeza no participe en las reuniones del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) mientras **Pablo Azcárraga** sea el presidente, en la próxima asamblea intentará revocarla.
Y es que por una parte hoteleros de este organismo siguen reclamando adeudos por alrededor de 150 millones de pesos que les generó la quiebra de Mexicana, cuando **Gastón Azcárraga** era presidente; aunque, por la otra, están perdiendo capacidad de gestión ante las autoridades.
La familia Azcárraga es señalada por los hoteleros como responsable de un problema que se sigue litigando y que hoy está en una especie de limbo, mientras no se determine la quiebra de la aerolínea o sea rescatada por algún inversionista.
Más allá de la decisión que tome el gobierno de Enrique Peña Nieto, que hasta ahora ha dado señales en otros casos complicados heredados por el anterior gobierno de preferir el “borrón y cuenta nueva”, el presidente de la AMHM quisiera regresar al CNET.
Sólo como un ejemplo de lo que está perdiendo debido a esta ausencia, la semana pasada el CNET se reunió a comer con **Claudia Ruiz Massieu**, nueva secretaria de Turismo, y De la Cruz no pudo participar.
Es cierto que esta semana acudirá al desayuno que está organizando con ella la Confederación Nacional Turística (CNT), que preside **Jorge Hernández**, pero también es un hecho que hoy el CNET lleva mano en los temas macro y en el análisis de los grandes asuntos del turismo.
Más en el fondo está el hecho de que hoy este sector está dividido en su representatividad empresarial, pues hay un tercer jugador que es la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio y Servicios Turísticos (Concanaco-Servytur), que dice tener la representación oficial del turismo.
Situaciones como esta son las que explican el que esté tomando fuerza la propuesta de conformar una Cámara Nacional de Turismo que finalmente permita que haya una sola representación para todos los jugadores del sector.
El asunto es visto con interés por las autoridades, ya que hoy deben diluir su tiempo aceptando reuniones con los diferentes participantes, aunque las problemáticas sean comunes. De la Cruz dice que si el gobierno federal fue capaz de firmar un pacto con todas las fuerzas políticas, los empresarios del turismo deben seguir este ejemplo.
Todo es negociable, asume, incluso convivir con un organismo donde mantenga una participación activa un personaje polémico, como ha sido en los últimos años Pablo Azcárraga.