Madrid. Una de las preguntas que he escuchado recurrentemente es por qué en México no hay un evento como Madrid Fusión, la feria alimentaria y gastronómica más importante de España, si nuestro país también es una potencia en ese rubro.
No tengo una respuesta, pero sin duda este evento que se realiza cada año en el recinto de Ifema es tan relevante debido al nivel que tiene y a su capacidad de convocatoria.
Allí no sólo llegan los dueños de las bodegas de vinos,productores de embutidos de vegetales, sino que sus conferencias son del más alto nivel y participan algunos de los mejores chefs del mundo.
Allá se instala una constelación de chefs con estrellas Michelin, lo mismo que poderosos restauranteros y otros no tanto, pero que tienen un compromiso con la excelencia.
Ir al auditorio principal para escuchar las ponencias no sólo es una delicia, sino una puerta o una ventana para acceder a los temas más importantes del mundo de los alimentos.
Entre las muchas presentaciones de Madrid Fusión, con chefs como Ferrán Adriá; Andoni Luis Aduriz; el japonés Narisawa y el mexicano Jorge Vallejo, referiré ahora la que para mi fue una plática reveladora respecto a las aplicaciones prácticas que tiene la Inteligencia Artificial (IA).
Así es que Eneko Atxa, del restaurante Arzumendi de Madrid, y Eneko Axpe, quien trabaja para la NASA en el desarrollo de las dietas para los astronautas, fueron convocados para revisar un asunto aparentemente trivial.
Desde la pandemia, las comidas corridas, acá se les conoce como los menús del día, han ido desapareciendo.
Al regreso del encierro, los bolsillos lastimados de las personas provocaron que optaran por llevar al trabajo sus comidas preparadas en casa en cajitas herméticas de plástico.
Los restauranteros perdieron dinero porque dejaron de vender esos menús básicos, que le daban movimiento económico a sus restaurantes.
El reto que impusieron los curadores de Madrid Fusión a Atxa y Aspe, fue diseñar una aplicación para que los menús del día fueran diseñados con las herramientas de la IA.
Los parámetros o prompts incluyeron aspectos como número de tiempos, características de los insumos y número de trabajadores que participarían en su preparación.
Lo impresionante fue que la IA lanzó en segundospropuestas novedosas, variadas y que permiten a un cocinero diseñar con rapidez los menús para todos los días de la semana o el mes, cuidando el tiempo de preparación y los costos.
Ante un público compuestos por profesionales de la gastronomía, muchos de ellos chefs o dueños de restaurantes, aparecieron preguntas que sólo demostraron que falta mucho por desarrollar en el sitio delicia.ai que ya pusieron al aire Atxa y Aspe.
Por ejemplo, hay que determinar cuáles son las habilidades y los conocimientos que requieren los cocineros para preparar tal o cuál platillo; así como ser más específicos respecto a las necesidades del público al que se quiere llegar.
El hecho también es que después de hacer un trabajo consistente, la IA vendrá a revolucionar la variedad y los costos incluso de los menús más básicos y les dará viabilidad a establecimientos que hoy no la tienen.
El mensaje más relevante de este ejercicio de Madrid Fusión es que la IA no sólo es sinónimo de cómo será el mundo en el futuro, sino que hoy mismo ya está planteando soluciones a los retos cotidianos.