Después del embate que fue objeto por parte de **Alejandro Rojas**, ex secretario de Turismo del DF, otra vez este año la Feria Internacional de Turismo de las Américas (FITA) estaba en entredicho, pero una vez más se llevará a cabo por cuarta ocasión.
Consolidar este evento ha costado más trabajo del previsto, pues las decisiones políticas han influido en su desempeño, algo que no ha sido tan marcado en otras grandes ferias del mundo.
En esta ocasión hay nuevas particularidades. Por un lado, la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, con **Miguel Torruco** al frente, ya no tiene la responsabilidad legal de apoyar la feria.
Por el otro lado, la Secretaría de Turismo ha sido más solidaria hacia la feria con el nuevo gobierno.
Internamente la FITA tendrá novedades, como un mayor número de eventos de análisis y académicos ahora con la participación de la Universidad del Valle de México en vez de la Anáhuac.
Además de que realizará un outlet de viajes, un esquema comercial que ha tenido éxito en el pasado.
La FITA tiene además la oportunidad de entrar a la discusión de las implicaciones de eliminar la tasa cero del IVA para extranjeros que participan en congresos, convenciones, ferias y exposiciones.
Esto no aplicará sino hasta el próximo año, como parte de la reforma financiera, pero de entrada es un factor que puede restarle competitividad a México respecto de otros mercados.
Identificar cuáles son los mercados con los que puede perder capacidad de comercialización, las opciones para ser más eficientes y las vías para enfrentar este nuevo reto haría un enfoque novedoso.
Y es que la reforma financiera ya tuvo el apoyo de la Cámara de Diputados y, como dice el refrán, “palo dado, ni Dios lo quita”.
**Divisadero**
Mundial. Al menos los dos últimos mundiales de futbol han dejado heridos, raspados y descalabrados entre las agencias de viajes mexicanas y ahora el panorama se plantea todavía peor.
Allá en Alemania, hay que recordar, Eurovips, de **Jorge Marcos**, quebró por una maniobra de Meza Tours, de **Bernardo Meza**, quien además terminó metido en una serie de demandas con otras agencias y consumidores finales.
En Sudáfrica la familia Redondo, de Súper Travel, enfrentó incluso demandas penales por incumplimiento y agentes serios, como **Nathan Baker**, tuvieron que lanzarse a Johannesburgo a comprar boletos in situ para no quedar mal con sus clientes.
Ahora el factor adicional de los precios brutales y de la duda sobre si irá México o no hace prever que la especulación será sin precedente. Un tema que, con tiempo, debería de ir previendo la Procuraduría Federal del Consumidor.