La evolución deseable para Fonatur

 
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Como opera en la actualidad, y con las herramientas que tiene, Enrique Carrillo ha demostrado que su perfil es correcto para encabezar el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).



Aunque el potencial de esa institución es mayor y éste fue otro de los temas que pusieron sobre la mesa los dirigentes del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), durante su encuentro del lunes pasado con Enrique Peña Nieto, candidato presidencial del PRI.

Carrillo es un conocedor del mercado inmobiliario y un vendedor con una importante red de relaciones en el mundo empresarial.

El mes pasado sorprendió la convocatoria que tuvo para la inauguración de la Marina Cozumel, pues estuvieron desde Miguel Fluxá, presidente de Iberostar, hasta una larga lista de inversionistas mexicanos.

Ahora se comenta en la Secretaría de Turismo, que nada más en el primer trimestre Carrillo cerró ventas por varios cientos de millones de pesos, incluyendo una operación importante. También se sabe que ya hay tres negociaciones avanzadas para firmar el contrato que lleve a la construcción del primer hotel en el CIP de Playa Espíritu, el ambicioso desarrollo en Sinaloa. De hecho, el compromiso con el presidente Felipe Calderón es que él, como impulsor del proyecto, pondrá la primera piedra.

El director de Fonatur reemplazó a Adriana Pérez Quesnel, una mujer conocedora de finanzas y de las reglas de la función pública, pero quien tuvo que recurrir al endeudamiento para soportar la operación diaria del Fondo.

Carrillo recuerda el perfil de John McCarthy, director general de Fonatur durante el sexenio de Vicente Fox, quien fue criticado por haberlo convertido en una agencia inmobiliaria, aunque cerró ventas récord y mantuvo caminando a la institución sin recurrir al crédito.

Ahora Fonatur en el futuro inmediato también debería acompañar a los grandes proyectos de inversión tanto para obtener permisos públicos como para identificar fuentes efectivas de financiamiento.

Ello sin olvidar aquella idea de Romárico Arroyo, presidente de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos, de que el Fondo apoye a los municipios turístico y les ayude a diseñar esquemas para remediar su escasez de recursos.

Hoy los presidentes municipales no propician un crecimiento estratégico ni tampoco ordenado de la actividad, sino que utilizan sus facultades para resolver las carencias del día a día en sus comunidades.

Rediseñar a Fonatur, ya no dentro de aquel papel que tuvo como banco de fomento, pero sí como una institución experta en temas de ingeniería financiera y de banca de inversión es un espacio que hoy está vacío.

Y muchos grandes inversionistas recuerdan el impacto que tuvieron en el turismo aquellos programas financieros de altos vuelos como el de los swaps, cuando Pedro Aspe, un reconocido banquero de inversión, estuvo al frente de la Secretaría de Hacienda.



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