PEKÍN.— Si para incrementar sustancialmente la llegada de turistas chinos a México hay retos migratorios, culturales y de conectividad uno es físico, pues los aviones no llegan a la Ciudad de México desde Pekín.
O más concretamente, no podrían regresar debido a la altura de la capital mexicana, lo que obligaría a hacer una parada previa, como ocurre con el vuelo de Aeroméxico que llega a Tijuana antes de salir rumbo a Shanghái, lo que eleva los costos de operación.
En la gira de **Claudia Ruiz Massieu**, secretaria de Turismo, a Pekín y Hong Kong un grupo de colaboradores, encabezado por **Rodolfo López Negrete**, director general del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), visitó a Hou Wei, vicepresidente de Hainan Airlines, quien hizo patente este problema.
Lo mismo ocurriría incluso con los nuevos Boeing 877, que ha ordenado esa compañía para satisfacer la demanda de viajes a Europa.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), cuyo titular es **Gerardo Ruiz Esparza**, prevé una opción y envió a **Gemi González**, director general de Vinculación, en la comitiva de Ruiz Massieu.
Mientras ella atendía la agenda política y visitaba la sede del Partido Comunista Chino y las oficinas de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con Pueblos Extranjeros, él estuvo con las autoridades aeronáuticas de este país.
La solución sería que México aprobara la Quinta Enmienda de los tratados internacionales de vuelo, para que los aviones extranjeros aterrizaran en otro país o en territorio nacional para conectar un destino mexicano más.
Cambio previsto por la SCT en la actualización de la política aeronáutica, aunque se debe dar con una adecuada planeación, pues de lo contrario abriría la puerta para que las aerolíneas estadunidenses demandaran el mismo trato, lo que pondría en riesgo a las aerolíneas mexicanas.
El primer cambio previsto sería aumentar la potencial inversión extranjera de 25 a 49% en las aerolíneas nacionales, pues la proporción actual es obsoleta si se considera, por ejemplo, que las empresas foráneas son dueñas de los bancos mexicanos al 100 por ciento.
Ya con las firmas mexicanas fortalecidas con más recursos de las aerolíneas estadunidenses, que además no actuarían en contra de sus propios intereses, sería posible abrir la Quinta Enmienda y favorecer la conectividad con países como Canadá, varios latinoamericanos y con China.
Hainan tiene un nuevo vuelo a Seattle, por ejemplo, plaza a la que no llegan ni las aerolíneas nacionales ni las de Estados Unidos, lo que permitiría una conexión a México desde China sin cambiar de avión.
También podría haber vuelos directos de China a Los Cabos para conectar a la Ciudad de México; el cambio no se dará de un día para otro, pero según González allí está la vía de solución.