Mientras el equipo encabezado por Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), seguía negociando en Washington para librar la amenaza de los aranceles de Donald Trump; en Los Cabos se llevó a cabo, jueves y viernes, un encuentro que la dependencia a su cargo previamente había organizado y patrocinado.
Se trató de la Cumbre de Alcaldes de América del Norte, que clausuró el presidente López Obrador y en donde se analizaron las oportunidades políticas y de negocios entre las comunidades de ambos países.
El turismo formó parte de la agenda y nuevamente quedó claro que, junto con Los Cabos, la Riviera Maya sigue encabezando el interés de los inversionistas.
Aunque se revisó la situación del sargazo, alga que en esta época del año está presente en más de 10 países y que en el Caribe Mexicano ha derivado en una estrategia del estado de Quintana Roo para acotar su llegada y su presencia; ni remotamente fue un tema de alarma entre los alcaldes.
De hecho Miguel Ángel Guardado, director general de Grupo Barceló en México, anunció que estaban arrancando una nueva inversión de varios cientos de millones de dólares precisamente en la Riviera Maya.
En cambio, sí hubo comentarios de preocupación por el tema de inseguridad que sigue pesando sobre Acapulco y que tiene un importante componente de imagen que frena las inversiones.
Precisamente en el panel de inversionistas además de Guardado estuvieron Carlos Slim Helú, presidente honorario de Carso, quien centró su exposición en el negocio de las telecomunicaciones; así como Juan González, presidente de Gruma-Banorte, y Juan Gallardo Thurlow de Cultiba, entre otros.
Miguel Torruco, secretario de Turismo, acudió el viernes; así como Ignacio Cabrera, director general de Promoción Turística Internacional de la SRE, quien participó en todo el evento.
De hecho sigue en marcha el proyecto del Consejo de Diplomacia Turística y los titulares de Turismo y de Relaciones Exteriores se reunirán para llegar a definiciones sobre este organismo.
También se está re agendando el encuentro entre la cúpula del Consejo Nacional Empresarial Turístico, que preside Pablo Azcárraga, con Marcelo Ebrard.
Divisadero
Tianguis de Mérida. Si con la participación de México en las ferias internacionales de turismo, la empresa Crea se sacó el “tigre de la rifa”; otro “lindo gatito” está agazapado detrás del Tianguis México que en 2020 se hará en Mérida.
Después de las celebraciones por haberse llevado la sede, Michelle Fridman, la inquieta secretaria de Turismo de Yucatán, seguro ya midió la pila de dinero que se necesita para financiarlo.
Además de los 200 millones de pesos plus que el gobierno de esa entidad invertirá para ampliar uno de los centros de convenciones; ya no habrá ni un peso del Consejo de Promoción Turística para apoyar el evento.
¿Quién llevará a los compradores?, ¿de dónde saldrán todos los patrocinios que antes sufragaba el gobierno federal?, ¿cómo se logrará la conectividad aérea, pues Mérida no es Cancún ni la CDMX?
Como dijera el Nóbel de Literatura, el gran Bob Dylan: “La respuesta está en el viento”.
