La agenda turística con China para 2015

 
Nallely Campos
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Como el último encuentro internacional del año pasado en relación al turismo mexicano, acudió a México el presidente de la Administración Nacional de Turismo de China, **Li Jinzao**, para celebrar un encuentro de alto nivel que estuvo encabezado por el subsecretario **Carlos Joaquín** por parte del gobierno mexicano.



El funcionario chino, lejos de enfocar su participación en identificar opciones para incrementar los flujos de mexicanos a su país, habló sobre las limitaciones que no han permitido crecer este mercado en México.

Se trata de cuatro aspectos, tres de los cuales resultan totalmente lógicos de resolver para que aumente el número de viajeros de ese país.

El primero es el asunto del visado, pues a la fecha sigue siendo lento y tortuoso el camino para que los chinos puedan obtener este documento con facilidad; cuando la verdadera opción debería ser o eliminar la visa o abrir las opciones para la generación de las mismas.

El segundo tiene que ver con la señalética, pues para los viajeros de un país donde un porcentaje relativamente pequeño de las personas hablan inglés para no mencionar el español, resulta indispensable que en México haya letreros en chino en sitios como las terminales aéreas.

El tercer reto es la conectividad aérea y un área de oportunidad consiste en reforzar la comunicación entre las autoridades turísticas y empresas como Aeroméxico que dirige **Andrés Conesa**.

Resulta que una de las prioridades para esta aerolínea en 2015 será fortalecer su presencia en China; así que una mayor comunicación con las autoridades turísticas no sólo parece lógica sino rentable para ambas partes.

En donde sí hay un reto diplomático es en el caso de Cabo Dorado, que antes se llamaba Cabo Cortés y en el que hay capitales chinos en juego.

Se trata de aquella propiedad que está a unos kilómetros de Cabo Pulmo y que el expresidente **Felipe Calderón** decidió frenar cuando ya contaba con una Manifestación de Impacto Ambiental, en el contexto de la realización del G20 en Los Cabos.

Las amenazas de grupos ambientalistas de boicotear el evento, derivaron en una decisión que claramente le molesta al gobierno chino.

Además de que hay procesos judiciales corriendo, existen opciones para cuidar los temas ambientales; sin entrar en un dilema de “todo o nada”.

Este año hay una agenda importante con el gigante asiático que incluye el año de México en China, por lo que la promoción turística tendrá un impulso relevante.

Si la agenda mencionada se desahoga, realmente podría hablarse de un antes y un después de 2015 respecto a la llegada de viajeros chinos.

De lo contrario todos serán fuegos artificiales y no hay que perder de vista que fueron los chinos quienes inventaron la pólvora.



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Periodista especializada en turismo

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