La salida de José Luis Garza de la dirección general de Interjet y la llegada de William Shaw al mismo cargo es apenas el primer paso de un cambio que seguramente impactará al mercado de la aviación en México.
Shaw es un experto en el modelo de bajo costo y, por tanto, es previsible que Interjet se buscará consolidar en lo que fue su negocio original.
Hay que apostar a que ese híbrido extraño que son sus lugares en las primeras filas, no se transformen en una zona para viajeros de negocios y que aumenten los espacios de clase turista.
Difícilmente Interjet podrá seguir ofreciendo ventajas sin costo adicional para sus clientes, pues las aerolíneas que están ganando más dinero son las que están ofreciendo boletos baratos y beneficiándose de la comercialización de los extras, los ancilliaries.
Aeroméxico tiene una posición de liderazgo en los vuelos internacionales y de larga distancia y allí seguramente se concentrará su apuesta, junto con el mercado corporativo además de que es fuerte en algunos nichos en el ámbito de los viajeros nacionales.
Pero Interjet necesita definir si irá el modelo de full service o si regresará a los orígenes, cuando lanzó vuelos baratos con un diferencial en el servicio.
Shaw no sólo ha sido exitoso en el terreno del bajo costo, sino que es un ejecutivo al que le gustan los reflectores.
Muy diferente a Garza y ello también plantea la posibilidad de que impulse una visión que parece coincidente con los nuevos tiempos.
Miguel Alemán Magnani el presidente de Aeroméxico es uno de los empresarios más cercanos al presidente López Obrador.
Y los nuevos tiempos apuntan a que habrá más cuidado en los gastos, una perspectiva con la que Interjet puede identificarse sin tantas dificultades.
Así es que los nuevos tiempos de Interjet seguramente generarán una competencia más intensa para Volaris y Viva.
Divisadero
CNET. Hay quienes recuerdan una historia que se escribió en la Secretaría de Turismo, cuando los dirigentes del Consejo Nacional Empresarial turístico que preside Pablo Azcárraga le reclamaron airadamente a Enrique de la Madrid sobre la forma en que se estaban utilizando los recursos en los grandes eventos.
Pablo Azcárraga, presidente del CNET, le reclamó airadamente que los fondos que se utilizaron para la Fórmula 1 y para la NFL no estaban justificados desde el punto de vista turístico, lo cual llevó a De la Madrid incluso a golpear la mesa cuando les recordó que eran decisiones del gobierno porque los fondos si bien no venían de los recursos fiscales sí provenían de fondos públicos a través del derecho de no residente.
Ese nivel de combatividad es el que no se ha observado en esta nueva situación, cuando el tema de la promoción sí puede terminar convirtiéndose en un problema grave para el futuro de la actividad turística.
Es muy deseable que en el futuro se encuentren realmente opciones para que una actividad que está en riesgo reencuentre el apoyo del gobierno con transparencia y rentabilidad.
