Interjet, una “incineradora” de capital fresco

 
Carlos Velázquez
hrs.

De entre todos los activos que ha perdido Interjet, la aerolínea de Miguel Alemán Magnani; quizá el más valioso de todos ha sido la confianza y, sin ella, parecería un milagro imaginar que cuando los vuelos se reactiven, esta aerolínea seguirá operando.



Pero a diferencia de lo que sucedió con la quiebra de Mexicana, los directores de las aerolíneas sobrevivientes no se reunirán en torno a un mapa para repartirse sus rutas; pues todos estarán tratando de hacer dinero con los poquísimos destinos a los que comenzarán a volar.

Tampoco sucederá que propietarios de las agencias de viajes estén demandando comisiones por cobrar, como sucedió en 2012 con Mexicana, pues tienen sus comisiones en unos “monederos” virtuales que hoy no son redimibles por falta de vuelos.

A finales de 2019 Interjet Vacations abrió un call center y redujo su inventario en Price Travel, agencia de viajes por Internet (OTA), con la que operaba, pero hoy son pocos los hoteles con los que tiene tratos directos.

American Express, firma que dirige en México Santiago Fernández-Vidal, dejó de emitir su tarjeta de afinidad con Interjet este año y decidió ya no vender sus boletos.

Ni siquiera hubo resentimientos; fue una decisión de negocios, sin apasionamientos.

Ver los sellos de clausura del Sistema de Administración Tributaria (SAT) sobre las paredes de la mansión donde está la Fundación Miguel Alemán, fue algo inusitado, novelesco, pues es el emblema y el museo de la historia familiar.

Envió el mensaje de que Interjet no es intocable, como parecía serlo debido a la relación entre Miguel Alemán Velasco y el presidente López Obrador.

Así sobrevino el retiro de la Cámara de Compensación de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA); y tanto en este caso como en el anterior, Alberto Petrearse, su jefe de relaciones públicas, hábilmente desmintió con sus comunicados esos hechos de los que había evidencia.

Interjet, por ejemplo, fue dado de baja por procedimiento de la Cámara de Compensación de IATA, aunque siga siendo miembro del organismo; y fue por un adeudo de varios cientos de miles de dólares que incluye deudas a proveedores del sector aeronáutico y otras aerolíneas.

Interjet se mantiene en el Billing and Settlement Plan (BSP), mediante el cual la agencia IATA expiden sus boletos; pero hoy la mayoría de sus ventas las hace directamente.

Una fuente de la compañía confirmó que hace cuatro semanas los accionistas hicieron otra aportación de capital, para no llegar a la suspensión de pagos y después a la quiebra.

Los trabajadores están recibiendo una fracción de su salario y su apuesta es encontrar un inversionista al que le interese lo que todavía vale.

De una flota de 66 aviones han regresado 55 a las arrendadoras aunque, con el mundo de la aviación parado, casi es un alivio para la aerolínea haberlo hecho no obstante que sufrió algunas sanciones.

Los dueños siguen aguantando y buscando aliados, pero el tiempo corre en su contra y parecería difícil que arriesguen mucho más en el peor año de la aviación mundial.



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Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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