Hace más de tres semanas se publicó en este espacio que Interjet, la aerolínea que preside Miguel Alemán Magnani, había decidido cerrar seis rutas desde la Ciudad de México.
La hipótesis de que ello sucedía debido a problemas financieros, tenía lógica después del desafortunado reporte de HSBC que detallaba un sobre endeudamiento de la compañía.
Sin embargo la empresa que dirige José Luis Garza, hizo pública una aportación de capital de los socios de esta empresa que no cotiza en la bolsa y que se habría concretado en agosto pasado; con lo que estaban rebasadas las preocupaciones de los analistas de HSBC.
Ahora esta semana Interjet difundió un comunicado sobre el tema de las rutas canceladas, en realidad sólo fueron cinco pues al parecer se salvó CDMX-Palenque; pero mostró ansiedad o, peor, acusó soberbia.
En el comunicado aclaró que el cierre de las rutas se debe “exclusivamente a una reducción en el número de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), comparado con los que operó el año pasado”.
Y después se quejó:
“Interjet entró a estas rutas hace tres o cuatro años; invirtió sumas considerables en los procesos de apertura de mercados, abrió la competencia, redujo precios y elevó la calidad del servicio.
“Esta regresión dejará al público en condiciones de nula o mínima competencia, circunstancia que ya habíamos superado en beneficio del público usuario.
“De no existir tal reducción de slots, el público continuaría disfrutando de nuestro servicio sin afectación alguna”.
Al día siguiente, el AICM le respondió:
- La aerolínea tiene el mismo número de slots que la temporada anterior.
- Interjet decide de manera unilateral siguiendo su estrategia comercial, el uso y destino para cada uno de los slots
- Como consecuencia de lo anterior Interjet incrementó sus frecuencias nacionales e internacionales de mayor rentabilidad y suspendió aquellas que le eran menos favorables.
No hay nada malo en todo esto, pues Interjet está reaccionando tal y como se espera de una compañía aérea que no tiene subsidios, cuida su rentabilidad y opera en un aeropuerto saturado como el AICM.
El problema es que ofrezca explicaciones imprecisas, y reparta culpas, seguramente porque le molestan las críticas de que ha sido objeto recientemente en los medios.
Esto es algo que ha ocurrido muchas veces en un mercado aéreo mexicano, donde la competencia puede ser feroz.
Concretar su proyecto de entrar a la bolsa; sumar a un buen socio del extranjero y tener una política de información más abierta; podrían ser algunas acciones importantes para fortalecer la imagen de una firma mexicana, que ha destacado por la calidad de su servicio.
Divisadero
Brand USA. Lourdes Behro y su firma Alchemia ganaron la cuenta de Brand USA para México.
Sin duda jugaron a su favor su conocimiento de la mercadotecnia turística y sus relaciones para hacer alianzas entre ese país y varias empresas mexicanas.
Apenas la semana pasada ella recibió la noticia de que era finalista, fue a una entrevista y en menos de siete días los declararon ganadores.