La tecnología ha cambiado nuestra forma de vida; el celular se ha vuelto un accesorio del que difícilmente podemos prescindir, aunque sea por un día. Salimos a la calle y buscamos en el Waze la mejor ruta, o pedimos un Uber; escuchamos mencionar a una persona o lugar que nos parece interesante y de inmediato lo “googleamos”, compramos boletos para ir al cine por la noche o reservamos el restaurante para cenar; eso sin contar con los múltiples mensajes que enviamos por WhatsApp todo el día o las transferencias bancarias que realizamos para cumplir nuestros compromisos. Pues en la organización de eventos sucede exactamente lo mismo.
Todos los días surgen nuevas herramientas que van dejando atrás lo que ayer parecía “lo último”. Así, hace algunos años se imprimían códigos de barras en los gafetes para registrar rápidamente a los asistentes que se acercaban a un stand. Ahora la tecnología de RFID (identificación por radiofrecuencia) ofrece grandes oportunidades a los organizadores de eventos. Las etiquetas RFID pueden ser registradas con sólo aproximarse al lector, por lo qué es posible tener información detallada de las zonas que cada asistente ha visitado.
Otro aspecto tecnológico relevante en la organización de eventos es la automatización en el envío de emails. Contra algunas predicciones que apuestan a la desaparición del correo electrónico, considerada una herramienta más aceptada por los mayores de cuarenta que por los jóvenes, más propensos a las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, el email ha vuelto a tomar fuerza.
Actualmente, se usa el envío de emails en combinación con un software de automatización de marketing (Hubspot y Marketo son dos de los principales). La automatización permite enviar emails personalizados, relevantes y eficaces para los posibles asistentes. Esta tecnología se aleja de prácticas invasivas como el spam y permite dar un seguimiento detallado para saber si el correo fue recibido, cuándo fue leído e, inclusive, si se siguió alguna de las acciones a las que invitaba.
Las transmisiones en vivo también han tomado un fuerte impulso. Servicios como Periscope, propiedad de Twitter, permiten la retransmisión de video en directo (streaming) para transportarnos al lugar y mostrarnos lo que allí ocurre. En un futuro próximo serán pocos los eventos que no puedan seguirse en vivo desde cualquier país a través de un Smartphone. Algunos organizadores consideran las transmisiones en vivo como una oportunidad para construir una comunidad y aumentar la asistencia a sus eventos a largo plazo. Los drones también son un dispositivo con capacidades muy superiores para filmar o tomar fotos de un evento. Causan gran atención en eventos con públicos masivos y permiten obtener imágenes únicas para que nadie se pierda nada de un evento.
Están surgiendo algunas tecnologías que tendrán un gran impacto en la forma de hacer publicidad, como el análisis de la reacción de un espectador ante un video, utilizando una cámara que lee el rostro y las emociones de los espectadores identificando las reacciones que provoca el contenido: felicidad, confusión, disgusto, tristeza, sorpresa o afinidad. Aún falta tiempo para que estas aplicaciones se perfeccionen y se vuelvan de uso común, pero ya es una realidad la detección de rostros en los estadios para bloquear el acceso a personas con comportamientos violentos, o algunas más simples como la detección del género o edad aproximada para dar información sobre las audiencias que se interesan en un video.
Esta nota se ha tomado de los apuntes del curso Informática para el Turismo, de la Licenciatura en Administración Turística de la Universidad Anáhuac.