Inflación y “súper peso” acechan al turismo

 
Carlos Velázquez
hrs.

En el horizonte del turismo mexicano se observan algunos nubarrones que pueden afectar la relativamente buena fortuna que han tenido los destinos de sol y playa, que permanecieron abiertos durante la pandemia.



Este domingo las autoridades sanitarias de Estados Unidos quitaron el requisito de exigir la prueba de antígeno de Covid-19 para entrar a ese país por la vía aérea.

Las autoridades sanitarias reaccionaron así ante la gran cantidad de estadounidenses vacunados y en el gobierno de Joe Biden también surtieron efecto las presiones de la Asocioación de Viajes de Estados Unidos (USTA, en inglés), que sigue pugnando por mejores herramientas para competir.

Pero nada calma la preocupación creciente de los economistas por el próximo estallido de una recesión en la Unión Americana y la ola inflacionaria que golpea a muchos países del planeta.

Quitar la prueba de antígenos alentará a que más viajeros internacionales vayan a Estados Unidos, que no es la mejor noticia para los destinos mexicanos pues la competencia será más intensa.

Además México se está encareciendo, no sólo por su propia dinámica inflacionaria por arriba del 7% en términos anualizados; sino porque además hemos visto el regreso del “súper peso”.

Si en los Criterios de Política Económica se estimó para el año una paridad de 20.3 pesos por dólar; hoy está a 19.8 y además no hay un escenario de que vaya a devaluarse nuestra moneda.

Una de las razones de la fortaleza del peso, es que siguen entrando remesas crecientes de dólares y lo que en el discurso oficial es solidaridad de los paisanos; en el fondo tiene también un componente de lavado de dinero y operaciones del crimen organizado.

Hoy las reservaciones siguen a la alza en el verano, pero grupos hoteleros como AMR Collection, de Hyatt, ya está reportando un freno en las reservaciones anticipadas para el tercero y cuarto trimestre.

En Estados Unidos está bajando la confianza del consumidor y siendo el principal mercado emisor de turistas hacia México, no hay que descartar un entorno más complicado para los destinos nacionales a finales de año.

Si a ellos sumamos la falta de recursos federales para la promoción y el manejo de crisis, es previsible que el panorama se vuelva más retador para las empresas turísticas.

Divisadero

Sorpresas. Andrée Lilian Guigue fue nombrada recientemente subdirectora de Escalas Náuticas de Fonatur, pero pronto no tendrá nada que administrar.

Como se sabe la Secretaría de Marina , cuyo titular es José Rafael Ojeda, no sólo se quedó con las Administraciones Portuarias Integrales (API), sino con todas las marinas que tiene Fonatur en el país.

Por allí Rogelio Jiménez Pons, cuando era titular de Fonatur, tenía un plan para vender algunos hoteles, marinas y escalas náuticas que tiene la institución en la cartera y hasta había nombrado a Carlos Fernández para hacerlo.

De hecho sólo logró desincorporar el Dessert Inn de Loreto, una propiedad con un extraordinario frente de playa que fue adquirido por un fondo de inversión estadounidense.

Ahora las escalas náuticas y marinas están pasando a la Semar y la lista no es tan corta, pues incluye a Topolobampo, Puerto San Blas, Santa Rosalía, La Paz, San Felipe, Chahué, Mazatlán, Puerto Peñasco, Guaymas y Cozumel.

Así es que es el almirante Ojeda quien tiene muchos “juguetes” nuevos para divertirse, en esta segunda mitad del sexenio.



hrs.

Periodista apasionado de los viajes y de entender y comunicar cómo funciona la industria del turismo.

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