Huatulco avanza lento, pero avanza

 
Gustavo
hrs.

El secretario de Turismo, **Enrique de la Madrid**, confiesa que le tiene un especial afecto a Huatulco porque no olvida que su padre —**Miguel de la Madrid**— fue quien lo construyó cuando fue presidente en la década de los 80.



Hablé con él hace unos días y le comenté que el próximo sábado se cumplirán nueve años del gran y tercer relanzamiento que el gobierno de **Felipe Calderón** hizo de este Centro Integralmente Planeado —**Vicente Fox** hizo los otros dos—, con el cual el entonces gobierno federal prometía poner a Huatulco en el camino del desarrollo turístico que lo acercara al éxito alcanzado por otros CIP como Cancún, Los Cabos o Ixtapa.

El secretario interrumpe mi pregunta con un sonido gutural de incredulidad y desaprobación cuando escucha lo que le digo, pero continúo.

—Estuve hace un mes en Huatulco, tenía un rato que no iba y sí vi algunas diferencias. Existe incluso la ocurrencia de no sé quién (creo que fue gente de Fonatur), que dijeron: Aquí vamos a hacer una Quinta Avenida, como la de Playa del Carmen, y perforaron un cerro, una inversión cuantiosa, para lo que ahora es un andador donde la gente camina, pero no hay nada, ningún comercio—, le comento.

—Sí, sí, qué cosa… Y sí fue Fonatur—, se lamenta el secretario.

Enseguida le pido que me platique ¿qué tanto se ha avanzado?, ¿en qué punto se encuentra Huatulco? Y, textualmente, la siguiente fue su respuesta: Yo creo que, claramente, ha sido lento su avance.

Totalmente insuficiente para lo que es el lugar; pero también tiene una explicación. Lo que nos pasa en México es que hay lugares tan atractivos que si eres un inversionista, dices: “a ver, entre construir un hotel en Huatulco o construirlo en Cancún o la Riviera Maya, ¿dónde voy a obtener más dinero? Creo que es eso contra lo que vamos.

“Vamos contra que hay destinos tremendamente consolidados, tremendamente exitosos, que son inversiones seguras; puede que te cueste más el terreno, pero al final del día sabes que lo recuperas más rápido.

“Cuando llegué (a la Secretaría de Turismo) lo que hice y he hecho es que Fonatur logró cambiar un poco su visión de decir ‘yo ya no necesito nada más vender terrenos, ahora lo que voy a hacer es que me voy a incorporar contigo, me voy a asociar’. Entonces, con el apoyo del presidente y del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, logré que dijéramos: Fonatur puede entrar con 20 por ciento adicional de capital, para que entonces entre la aportación del terreno, 20 por ciento adicional y un crédito bancario como de 50 por ciento del total, el inversionista no tenga que meterle más que 30 por ciento a un nuevo hotel. En eso ando.

“Mi compromiso con el presidente fue detonar la construcción de entre mil 500 y dos mil habitaciones hoteleras de aquí al final del sexenio; no construir, sino detonar. En eso estoy. Estoy en cerrar las operaciones, en cómo vamos, en ayudar a algunos que llegan muy animosos, pero de repente no tienen el capital, ¡bueno!, pues te voy a presentar el capital. Es decir, estoy tratando de consolidar la construcción de esas habitaciones más, porque con eso llegamos a cinco mil cuartos y creemos que, cuando menos, Huatulco debe tener esa cantidad de habitaciones.

“Otra cosa muy buena —en la que en algo habremos ayudado, aunque no somos los únicos— es que ya asumió el gobierno federal el compromiso de acabar la carretera Oaxaca-Puerto Escondido, lo cual es muy importante porque eso no había pasado; el gobierno como que todavía trae la idea de que la construya Pedro, que la construya Juan.

“Pero ni Juan ni Pedro la pueden terminar. Entonces el gobierno asumió esa responsabilidad y entiendo que a partir de este mismo mes empieza la construcción de lo que falta. Así, quizá con menos alharaca, pero igual y sí le vamos a dar un buen empujoncito”.

—¿Tienen estimado cuándo estará lista la carretera?—, le pregunto, y al contestar De la Madrid Cordero hace esta precisión: “Hay que aclarar: no va a llegar a Huatulco todo lo nuevo de la carretera. Irá de la ciudad de Oaxaca a la conexión cercana a Puerto Escondido, que es la parte más difícil, complicada, la parte de la sierra. Seguirá, yo creo, para una siguiente administración, la mejora del tramo de Puerto Escondido a Huatulco; pero la parte difícil termina en esta administración. Yo creo que esas dos cosas van a ser un buen empujón a Huatulco, la verdad”.

Sí, Huatulco avanza lento, pero avanza, contrario a lo que sucede con el sexto CIP: Playa Espíritu —el principal proyecto turístico calderonista—, en Escuinapa, Sinaloa, el cual será enterrado y olvidado por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Así me lo confirmó **De la Madrid Cordero**.



hrs.
Notas relacionadas
Ir a la barra de herramientas