Si para muchos resultó sorpresivo el nombramiento de **Anko van der Werff** como nuevo director ejecutivo Comercial de Aeroméxico; el nombre del juego es el yield o rentabilidad por pasajero.
El nuevo ejecutivo, nacido en Holanda y proveniente de las filas de Qatar, ha sido criticado porque no habla español y, además, porque no le preocupa mucho hacerlo, pues sostiene que el idioma de los negocios es el inglés no obstante que se hagan en México.
Además los nuevos 787 de la compañía, además de otros que se incorporarán a su flota, están provocando entre otros efectos que el negocio crezca fuera de México.
Si antes a los extranjeros les daba un poco de flojera viajar en los “sillones de peluquero” que la aerolínea ofrecía en su “clase Premier”; ahora resulta que son mucho más confortables, además de que Aeroméxico tiene buenos horarios y rutas para volar a los destinos nacionales.
Así es que Van der Werff fue traído por **Eduardo Tricio**, el presidente de la compañía, para que optimizara, desde el punto de vista de la firma, lo que paga cada pasajero por kilómetro recorrido.
Esta no es una tarea sencilla y con la misma lógica Mexicana, durante la presidencia de **Gastón Azcárraga**, quien pasó a la historia por darle la “puntilla”, invitó a **Isaac Volin**, quien era un matemático y fue traído de las filas de las afores.
Pero la gran diferencia es que Van der Werff sí cuenta con un equipo que mantiene relaciones de alto nivel con los corporativos y compradores importantes de boletos de avión; comandados por **Jorge Goytortúa**, el director Corporativo de Ventas.
El interés por fortalecer la rentabilidad de Aeroméxico, además del obvio que es ganar dinero, se da en el contexto de una previsible mayor apertura de los cielos mexicanos y del fortalecimiento de otra compañía que podría venir a ocupar el sitio que dejó Mexicana.
Se trata de Interjet, de **Miguel Alemán**, que ha probado contar con un capital importante, un modelo de negocio flexible que le está permitiendo ganar dinero y un equipo directivo que se está fortaleciendo.
De hecho, no es un secreto que por estos días un grupo de sus ejecutivos ha estado en Madrid, por lo que todavía no hay que descartar por completo aquella historia de una alianza con Iberia.
También hay otros rumores e incluso hay quienes anticipan la posible compra de la marca Mexicana, pues ya liberada de problemas y pasivos laborales le darían slots y una puerta de acceso a varios mercados en Estados Unidos.
Leyenda urbana o no, el hecho es que la competencia por el mercado aéreo está creciendo; más allá de los previsibles cambios a la política aeronáutica de México.