La atracción del turista chino se posiciona como un objetivo clave en las estrategias de promoción turística a nivel mundial. Impulsar este turismo empieza por conocer el perfil de dicho visitante, especialmente sus motivaciones y exigencias de viaje. La población de turistas chinos ha crecido de manera exponencial en estos últimos años. Un mercado potencial muy fuerte para cualquier economía.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo federal, 167 mil 663 turistas chinos arribaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en 2018 (18.7% más que en 2017) logrando una derrama económica de 154.8 millones de dólares (20.1% más que en 2017). Según la Organización Mundial de Turismo (OMT), los turistas chinos se colocan en el primer lugar internacional de gasto turístico justo antes de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia.
En México, el Sistema Integral de Información de Mercados Turísticos afirma que los turistas chinos ocupan el segundo lugar en cuanto a derrama económica se refiere, con mil 878 dólares por visitante y la posición 15 en el ranking de países que llegan a México.
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Al analizar el porqué de su poca presencia en los mercados latinoamericanos, se encuentra que las principales razones son la gran distancia, la escasez de vuelos directos, la falta de hablantes en el destino y tal vez poca empatía para su cultura y para poder ofrecer lo que realmente necesitan. En ciertos países latinoamericanos, la dificultad que les representa conseguir la visa afecta mucho la decisión de compra. Sin embargo, el costo del transporte no parece ser, a priori, un obstáculo al viaje.
Para el 2019, El Financiero prevé que saldrán de China 124 millones de turistas, de los cuales 22 millones serán de alto poder adquisitivo. Es un mercado a atender en conjunto de manera regional. De manera tradicional, les interesa el turismo de sol y playa, las zonas arqueológicas, las ciudades coloniales, viajar para estudiar o hacer negocios. Pero no es todo, la demanda del turista chino ha cambiado.
Los free independent travellers (viajeros libres independientes) organizan sus propios viajes con experiencias auténticas y deciden en función de una digitalización óptima del destino. Sus nuevas motivaciones se han vertido en cultura, naturaleza, comida tradicional, arquitectura, antiguas civilizaciones, así como experiencias locales diferentes. Los pequeños detalles también resaltan como primordiales para ellos en el hotel: tener pantuflas, una tetera en lugar de cafetera y comida china.
Finalmente, el turista chino es ávido de conocer varias zonas o países en un solo viaje. De ahí la importancia de sumar esfuerzos y hacer sinergias entre estados dentro de México o entre países dentro de América Latina.
Nos importa otra vez en este caso, resaltar y consolidar nuestras regionalizaciones internas o fronterizas recalcando nuestras ventajas comparativas y competitivas. ¿Qué tal una visa única y sencilla para varios países, tours que incluyan naturaleza, negocios y compras de lujo o cultura, estudio, tren Chepe, playa y experiencias locales? Podríamos albergar lo anterior bajo la sombrilla de un turismo de gran calidad en cuanto a la tecnología, con WiFi gratuito, métodos de pago móvil con China Union Pay/Ali pay/WeChat, gastronomía china y local en proporciones deseadas.
México lo puede todo para la atracción y luego la fidelización del turista chino, tan deseado en un mercado de gran potencial de crecimiento y desarrollo.
*La autora es directora de Turismo del Gobierno de Chihuahua.