Si el lunes por la noche algunos miembros de la industria turística de la CDMX le daban las “gracias” en broma al presidente Donald Trump por la cena que ofreció Visit California para enviar el mensaje de que los mexicanos siguen siendo bienvenidos a ese estado de la Unión Americana, quizá a partir de este martes muchos otros países también quieran externarle gratitud.
Y es que para cubrir el déficit que provocarán sus recortes a los llamados “impuestos para ricos”, entre otras medidas propuso a su Congreso desaparecer Brand USA, el buró de viajes responsable de la marca Estados Unidos.
Según este empresario que se metió a político, ello generará un ahorro de más de 500 millones de dólares en lo que resta de su administración.
Interrogado sobre el tema, Rodolfo López Negrete, exdirector general del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), quien radica en Estados Unidos, sostuvo que “el Congreso no aprobará esa medida tan fácilmente”.
Sin duda sorprende, dijo, que estando Trump con sus negocios en el sector turismo no vea el valor de Brand USA.
Desde su perspectiva, las empresas turísticas representadas por la US Travel Association (USTA) no sólo tienen importancia económica sino peso en el Congreso de la Unión Americana.
“Todos los programas como Global Entry, Nexus y otros más que se han implementado para facilitar el turismo hacia Estados Unidos fueron consecuencia del empuje del sector privado, después de que el país se cerró tras los ataques del 11 de septiembre de 2001”.
Hace seis años se hablaba de la “década perdida” y ésta fue determinante para el lanzamiento de Brand USA, recordó.
El mayor peligro, planteó, es porque Brand USA lo creó el presidente Barack Obama y Trump quiere deshacer todo lo que hizo él.
En realidad no hay precedentes en la desaparición de otros burós de turismo en países con una situación de liderazgo dentro de este sector.
Como refirió Javier Vega, primer director general del CPTM, quien también fue interrogado por este espacio, cuando mucho han evolucionado y cambiado su nombre como ocurrió con el British Tourism Authority que ahora es Visit Britain.
Hace seis años los empresarios estadunidenses impulsaban la creación de Brand USA y Roger Dow, presidente de USTA, llevaba a todas partes una presentación que mostraba en una lámina las decenas de burós de turismo que había en el mundo y en donde quedaba un hueco enorme, es decir el de su propio país.
Entre sus argumentos de entonces, decía que la falta de visión del gobierno estadunidense había comprometido la posición competitiva del sector turístico.
Hoy en el mejor de los casos, los empresarios estadunidenses deberán librar otra batalla en el Congreso y los medios para evitar que sea eliminada una entidad que ha acompañado los años de crecimiento que está viviendo el turismo estadunidense.
Si la pierden retrocederán a la situación previa y Trump, lejos de cumplir su compromiso de trabajar para “recuperar la grandeza” de su país, estará debilitando a un sector relevante en la creación de empleos.